El monasterio de Santa María languidece. La falta de actuaciones de conservación y el paso del tiempo pesan sobre esta joya arquitectónica que data del siglo XII y que se erige en plena capital de Villanueva de Oscos. Un derrumbe registrado hace unos meses en la parte noroeste, la que hasta ahora presentaba mejor estado de conservación, ha motivado que el Ayuntamiento tome cartas en el asunto, reclamando una actuación urgente o permiso para intervenir. Dicho y hecho: Patrimonio acaba de autorizar al Ayuntamiento a acometer obras de consolidación del inmueble.

El Principado se justifica en la falta de disponibilidad presupuestaria para acometer obras de mayor envergadura, así que será el consistorio el que afronte con sus propios medios una actuación inmediata en el cenobio. El regidor de Villanueva, José Antonio González Braña, explica que los trabajos se concentrarán en el arreglo de goteras y en la limpieza y la realización de pequeñas tareas de mantenimiento en la cubierta de la fachada de la zona noroeste, la última que estuvo habitada, hasta hace poco más de un año, y que ahora amenaza ruina.

González Braña teme por el futuro del cenobio y considera que el progresivo deterioro en la zona noroeste obliga a intervenir de inmediato, ya que, de lo contrario, la cubierta podría derrumbarse por completo y la reparación sería mucho más costosa. "Hay que actuar de forma inmediata porque hay partes que no pasarán de este invierno. Es un problema importante para nosotros", precisa el Alcalde.

El propio personal municipal se ocupó hace unos meses de acondicionar la zona afectada por el último derrumbe. Se retiró el escombro y también se realizó un trabajo de limpieza y de retirada de hiedras en las fachadas para frenar en parte del deterioro. Ahora, pese a que el mantenimiento es competencia del gobierno regional, que es el dueño de la mayor parte de la infraestructura, los empleados municipales volverán a trabajar en la zona.

Lo más urgente es consolidar la zona noroeste, pero la cara suroeste, la más próxima al río, presenta un lamentable estado de conservación. Con tan sólo un vistazo se aprecia el estado de abandono de esta zona del inmueble, donde apenas si quedan restos de la cubierta. En las dependencias interiores crece la maleza y anidan los pájaros, aunque es posible aún hacerse una idea del esplendor de este edificio.

Los últimos trabajos de restauranción en el inmueble se remontan al año 2007. Entonces la administración contrató a la empresa MC Conservación y Restauración, S. L para acometer los trabajos de rehabilitación del retablo principal y del presbiterio de la iglesia del convento. La actuación incluyó también la limpieza de las pinturas interiores.

Fue la última vez que el monasterio de Santa María recibió una acción directa encaminada a su rehabilitación. Desde entonces no ha habido obras, aunque periódicamente el estado del monasterio centra el debate político. La última ocasión fue en mayo de este año, cuando la consejera de Cultura, Ana González, respondió a una pregunta del PP con respecto de los planes de rehabilitación del edificio.

González reconoció que antes de iniciar el proceso de rehabilitación lo primero es determinar los usos a los que se dedicará el inmueble, algo que aún está pendiente de definir. No obstante, en mayo indicó que está abierta la posibilidad de compatibilizar los usos religiosos con el aprovechamiento turístico de la propiedad. En su última declaración al respecto, la Consejera reconoció también que el inmueble sigue sin ser propiedad del Principado al cien por ciento. Queda una parte pendiente de expropiación.

El PP se muestra muy crítico con la gestión regional del patrimonio y en reiteradas ocasiones ha denunciado el gasto de dinero en comprar inmuebles en los que luego no se afrontan las necesarias obras de consolidación y rehabilitación. El monasterio de Villanueva, en cuyo proceso de compra se han invertido ya más de 1,3 millones de euros, es sólo un ejemplo de los muchos que pueblan la geografía occidental. Muy cerca, en San Martín de Oscos, se encuentra el palacio de Mon, que también es propiedad del Principado y presenta, igualmente, un avanzado estado de deterioro.