Diego Cabrera tiene 11 años y es alumno del colegio público Padre Galo de Luarca. Aprendió a hacer sidra con sus abuelos, en un pequeño pueblo de Villayón. Sabe machacar la manzana y después usar la prensa para producir el líquido. Ayer demostró sus habilidades a un grupo de alumnos de Turquía, Italia, Polonia, Hungría y Filandia, dentro de un encuentro organizado por el programa europeo "Comenius". Ahora que se cuestiona la continuidad del "Eramus", los profesores de Infantil y Primaria de este centro público de Luarca no pueden estar más contentos. "Con este intercambio tenemos mucho trabajo, pero merece la pena. Se aprende mucho", detalla unas de las corodinadoras, Ana González.

Este mes, visitan Luarca seis alumnos de 11 años de Italia, dos de Hungría, tres de Polonia, dos de Turquía y otros dos de Filandia. Les acompañan 15 profesores. El proyecto pretende introducir a escolares de edades superiores a ocho años en la cultura de otros países. No sólo se trata de fomentar el uso del inglés, lengua común para los alumnos del intercambio, sino "también de trabajar las habilidades sociales y el conocimiento de otras culturas con el objetivo de que el día de mañana pueden enfrentarse mejor a lo nuevo", explica González. Los alumnos extranjeros abandonarán mañana la capital de Valdés. De esta experiencia se llevan una impresión "muy positiva" de España. Esra Çam, profesora en Turquía, asegura que la mayor emoción para sus alumnos fue "el viaje a lo desconocido". Una vez en Luarca, "vemos que tenemos muchas cosas en común con los españoles, como la sinceridad y la honestidad", detalla Çam.

Antes de visitar Asturias, el profesorado preparó encuentros vía internet. "Les preguntamos qué conocían de España y todos respondieron lo mismo: flamenco", expone González. "Un estereotipo, pero, en todo caso, los de fuera saben quizás más de nuestro país que nosotros de los suyos". Los alumnos han visitado Luarca y Puerto de Vega y hoy les espera Oviedo. "Intentamos que se comuniquen entre ellos". A veces, lo hacen por gestos. Ayer, el colegio Padre Galo preparó una cita dedicada a la asturianía. Hubo amaguesto, esfoyón de maíz, prensa de sidra y juegos tradicionales. Filippo Castelli, italiano, conoció ayer el juego de la rana. ¿Lo que más le gustó? "El colegio y que todos son muy divertidos".