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Santa Catalina se queda sin vacas

El ganado caballar protagoniza la feria de Luarca, en la que este año no hubo presencia de reses de vacuno - El certamen agroalimentario continúa hoy

Jinetes por las calles de Luarca durante el desfile caballar. Tania Cascudo

Emilio Parrondo, vecino de Otur, acudió ayer a la cita anual con la feria luarquesa de Santa Catalina como manda la tradición: a caballo y dispuesto a comer una buena ración de callos. "Es lo típico de esta feria", defiende. Precisamente en la jornada de ayer el ganado caballar corrió con todo el protagonismo, por la ausencia de reses de vacuno. Con vacas o sin ellas, Santa Catalina logró su objetivo fundamental que es llenar de vida las calles de la capital valdesana en una jornada soleada, aunque fría.

Parrondo fue uno de los alrededor de treinta jinetes de Valdés y Navia que participaron en el desfile caballar por las calles de la villa. Sus caballos fueron uno de los polos de atracción de la cita, junto a la veintena de animales a la venta en el interior de la carpa habilitada en la plaza de La Feria.

El concejal de Ferias, festejos y empleo, Félix Pascual Menéndez, lamentó la ausencia del vacuno, si bien se comprometió a trabajar para que la feria -que en ediciones anteriores llegó a reunir a un centenar de reses de todo tipo de ganado- vuelva a ser lo que era, pues llegó a ser una referencia comarcal en la compraventa de ganado. "Hay que tratar de reactivarlo para que los ganaderos se vuelquen con Santa Catalina, que es la feria de referencia en Luarca. Me comprometo a trabajar para revivirla", precisó el edil socialista.

Menéndez explica que estaba prevista la participación de un ganadero de vacuno de la localidad valdesana de Busto, pero a primera hora de la mañana canceló su presencia por una complicación en su ganadería. "Tuvo un parto en casa y al final no pudo bajar, lo primero es lo primero", precisó el concejal.

Aún así, la carpa se llenó a mediodía de curiosos, entre ellos algunos con intención de comprar ganado. Del ambiente deja constancia Carlos Nieto, encargado de repartir los callos en el bar habilitado en plena feria y del que su familia se ocupa desde hace años. "Tenemos unas ochenta raciones y no sé si llegarán. De animales está un poco flojo pero de gente va bien", precisó.

La zona dedicada a la exposición y venta de ganado se complementa desde hace años con un espacio en la plaza del Ayuntamiento dedicado a la venta de productos de agroalimentación y artesanía. Un total de 26 puestos se sumaron a esta convocatoria. Aunque la cita ganadera se clausuró ayer, la parte de agroalimentación continúa abierta hoy en horario de once de la mañana a seis de la tarde.

El Ayuntamiento de Valdés animó el fin de semana de feria con dos convocatorias más. Por un lado, el viernes se celebró un concurso de cortometrajes en la casa de cultura y por otro, ayer, en el Conservatorio de Música se desarrolló el primer festival folclórico de Valdés.

Cabe recordar que la recuperación de la feria de Santa Catalina fue un empeño del ejecutivo socialista de Juan Fernández Pereiro. En 2003, y tras dos décadas sin feria, el gobierno local se empeñó en volver a organizar esta cita. Así pues, la era moderna de Santa Catalina cumple este año su primera década de andadura. En 2003 se retomó en el barrio de La Capitana, donde se desarrolló hasta 2009. Fue en 2010 cuando se decidió el traslado a su ubicación original, la plaza de La Feria, donde nació hace más de un siglo.

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