Iván López y Silvia Álvarez negocian con la administración desde el curso pasado para que el autobús escolar recoja a sus dos hijos gemelos de cuatro años, Unai y Joel, frente a su casa de A Brañela, en lugar de obligarles a caminar a diario casi trescientos metros hasta la parada. La familia tiene el apoyo del Ayuntamiento de Tapia, que ha mediado ante los responsables del Consorcio del Transporte de Asturias (CTA) para lograr este cambio en la ruta.

Sin embargo, el CTA, que conoce el problema y de hecho desplazó a técnicos a la zona para conocer de primera mano la queja, alega que el cambio de parada supondría un desvío diario de la ruta y "hacer un recorrido más largo por una carretera sinuosa de montaña". Además, el Consorcio considera que la distancia "de unos doscientos metros" que los niños deben recorrer a pie es "pequeña".

Iván López y Silvia Álvarez escolarizaron a sus pequeños en el colegio público Príncipe de Asturias de Tapia el pasado curso. Explica Álvarez que la dirección del centro les notificó entonces que los niños iban a ser recogidos delante de la puerta de casa. Sin embargo, sólo los primeros días el transporte paró delante de la puerta de su casa, estipulando desde entonces la parada en un cruce denominado El Carbayón. Los padres dicen no entender esta decisión, que califican de "caprichosa", cuando el camino que pasa por delante de la puerta de su casa permite circunvalar el pueblo y no aumenta en exceso la distancia que debe recorrer el transporte escolar.

La ruta que recoge a los niños atraviesa la margen oeste del concejo de Tapia, justo al límite con Castropol, y tiene su primera parada en el núcleo de A Brañela. Unai y Joel son los dos únicos niños del pueblo que acuden al colegio de Tapia, así que son los primeros que se suben al autobús y los últimos que se bajan en el camino de regreso a casa tras la jornada de escuela. Así pues, los dos pequeños deben estar en la parada a las ocho y media de la mañana.

El Alcalde de Tapia, Enrique Fernández, respalda a la familia y no entiende la negativa del Consorcio -organismo con el que se puso en contacto para lograr una solución- cuando existe una alternativa a la ruta actual. En este sentido lamenta que no se den más facilidades a las familias que viven en el medio rural.

Por su parte, el Consorcio del Transporte explica que a la hora de planificar las rutas y las paradas del bus escolar se intenta "facilitar la comodidad de los usuarios y acercarse lo más posible a los domicilios"; no obstante, añaden, "siempre buscando el equilibrio con la operatividad y seguridad del servicio de transporte".