El Principado de Asturias ha admitido la solicitud de la empresa "Sondeos y Estudios Mineros, S.L.", con domicilio en Ponferrada (León) para realizar una serie de sondeos en la zona de Penouta (Boal), para determinar la cantidad y calidad de wolframio existente. Bajo la denominación "Azucena", esta empresa leonesa ha solicitado un permiso de investigación en un total de 24 cuadrículas mineras de extensión, que abarcan el concejo de Boal y parte de la superficie de El Franco.

Según refleja el "Boletín Oficial del Principado de Asturias", la Consejería de Economía y Empleo admitió, con fecha del 16 de diciembre del pasado año, la solicitud de "Sondeos y Estudios Mineros, S.L.", a la que le corresponde el número 30.831 del Registro de Derechos Mineros.

A partir de ahora se abre un periodo de treinta días para que todos aquellos que tengan la condición de interesados y quisieran oponerse lo puedan realizar mediante escrito, presentando sus alegaciones en la Dirección General de Minería y Energía.

Se trata de la segunda empresa de la comarca leonesa de El Bierzo que se interesa por el wolframio que se encuentra bajo el monte Penouta en los últimos meses. A principios de octubre del pasado año, la compañía Sondeos y Perforaciones Industriales del Bierzo recibió el visto bueno por parte del Principado para llevar a cabo una serie de estudios geológicos y cartográficos, y varios sondeos mecánicos, con el objetivo de determinar la cantidad de mineral que aún aguarda en las entrañas de la montaña boalesa.

"Está claro que en la zona de Penouta hay una gran cantidad de wolframio aún sin explotar, y que ésto puede llamar al interés de muchas empresas que quieran extraerlo", asegura José Antonio Barrientos, alcalde de Boal. "El wolframio es un mineral que se ha revalorizado, y muchas empresas buscan nuevos lugares donde conseguirlo, después de que en las minas de países como China haya aumentado el coste de producción".

El regidor boalés reconoce que aún no tiene mayor información sobre este nuevo proyecto que renueva el interés por un mineral utilizado, principalmente, para endurecer el acero: "Desde el Ayuntamiento debemos esperar a que se pronuncie de forma definitiva la Consejería de Industria, para proceder a conceder, si es procedente, una licencia de obra".

De nuevo una empresa del Bierzo acude al Occidente asturiano en busca del wolframio boalés. Para Barrientos no se trata de una casualidad, sino de una causalidad. "Estas empresas se dedicaban al carbón, y ahora buscan diversificar sus negocios con la explotación de nuevos minerales: tienen los medios, la experiencia y el saber hacer necesarios", explica el regidor.

Se reactiva de esta forma la esperanza de que regrese la industria extractiva al este municipio de la cuenca del Navia, donde se desarrolló en los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo, con una última intentona en los ochenta. La falta de rentabilidad posterior ahuyentó a las empresas mineras.

El regreso de la actividad extractiva a las faldas de Penouta sería una noticia positiva, al menos en lo que a empleo se refiere. En la última etapa, la mina procuraba alrededor de 80 puestos de trabajo directos y era el motor de un concejo que superaba los 3.500 habitantes.

Desde su cierre, el descenso de la población ha sido constante hasta llegar a los poco más de 1.800 habitantes con que cuenta ahora.