El lobo atacó de nuevo en la madrugada del lunes en la localidad de Las Cruces, en Belmonte de Miranda. Este ataque, en el que resultaron afectadas tres novillas, se produce en medio de la polvareda levantada por la sospecha de estafa en el cobro de ayudas públicas y privadas por los daños del lobo a la cabaña ganadera.

Una de las reses apareció muerta en un zaral. Había sido devorada por la panza y tenía el estómago y los intestinos eviscerados. Las otras dos reses sufrieron heridas en las patas traseras y en la barriga, pero están a salvo.

"Hay un descontrol en la población de lobos que es difícil de entender", señala Marco Antonio Rodríguez, del Club Deportivo "Peñamanteca", en referencia a la reiteración de los daños de este carnívoro.