En sus palabras y razonamientos hay mucho de psicología. Describe los libros como una puerta a otros mundos, y asegura que un escritor desea hacer feliz a quien lea sus obras. Gustavo Martín Garzo se declara un apasionado de la literatura, y explica que ya desde bien joven se pasaba horas y horas enfrascado con novelas, sobre todo de aventuras y, principalmente, aquellas de Emilio Salgari, creador de "Sandokán". El escritor vallisoletano, autor de la novela "Tan cerca del aire", se encontró ayer con los alumnos del instituto Elisa y Luis Villamil dentro de los actos del Foro Comunicación y Escuela. A los chicos les dejó tres consejos para ejercer su profesión: ser un buen lector, ser paciente y constante, y escribir sobre algo que importe, que tenga que ver con la vida.
Explica Martín Garzo que todas las personas, aun sin escribir, hacen literatura y poesía a diario. "Hay una historia que no podemos dejar de contar: nuestra vida; y cuando buscamos palabras para contar algo interesante es una forma de literatura. Nadie quiere estar al lado de la gente que no tiene nada que contarnos", expresa el Licenciado en Filología.
Gustavo Martín Garzo compara un libro a una partitura. Si no hay quien lo interprete, no existe. "Por ello, si los libros no llegasen a las manos de los lectores no merecerían tal nombre. Cada persona hace una lectura diferente del mismo texto", afirma. Por eso se muestra encantado de sentarse frente a los escolares, que han tenido que leer su libro. "Es una forma de que los lectores devuelvan el libro que has escrito", apunta Martín Garzo.
Se considera un apasionado de la escritura, y de los libros, a los que considera "una puerta a otros mundos, diferentes, pero que a la vez tienen que ver con uno mismo". Allí se contienen los deseos, los sueños y anhelos, y también las penas y las tristezas del corazón. "Los libros nos plantean misterios, que se van resolviendo con la lectura. Forma parte del deseo por conocer los secretos que posee el ser humano", resume el vallisoletano.
Sobre su interés en introducir el mundo natural en sus novelas, Martín Garzo asegura que "el hombre, al vivir en las ciudades, ha perdido la conexión con la Naturaleza. Es una pena, y por ello trato de recordarlo siempre en mis obras".
