"Llega un momento en el que o estás en la red o nada te saca a flote". El belmontín José María Álvarez lo tiene claro y lo pone en práctica. Su carnicería es una de las dos radicadas en el concejo suroccidental que venden la carne fuera de Asturias vía internet.
"Hay que entrar en los hogares pero con un seguimiento personalizado, eso es lo que quiere la gente", afirma Álvarez, que regenta la carnicería José Ramón. En su negocio, abierto en 1955 por sus padres José Ramón y Elvigis, entre el ochenta y el noventa por ciento de sus ventas se hacen fuera del concejo. Sólo el diez por ciento de los beneficios los sacan en el despacho de la capital belmontina. Esto es así desde que implantaran la venta a domicilio hace ocho años. Los encargos se envían a través de una empresa homologada de frío que "garantiza el servicio a cualquier domicilio de España en un margen de entre 24 y 48 horas, y con una temperatura máxima de seis grados centígrados", detalla Álvarez.
La mayoría de las ventas se hacen directamente a los hogares, sobre todo de en Madrid, Valencia y Gerona. También sirven a algún restaurante catalán y parte de la culpa del aumento de ventas directas por el resto del país lo tiene el boca a boca. En este contexto creciente fuera de Asturias, la empresa está creando una página web para agilizar las ventas, que hasta ahora se hacían por teléfono o correo electrónico. "Fue un proyecto que empezamos en 2002 pero que se quedó parado hasta el año pasado; así queremos llegar a todo el mundo y tratar de diversificar el negocio", señala.
En ese sentido, la carnicería José Ramón está ampliando su oferta. En los primeros años, sólo servían carne de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Ternera Asturiana, comprada a veinticuatro ganaderías de Belmonte de Miranda y Cangas del Narcea. "Trabajan en exclusiva con nosotros", puntualiza Álvarez. Unos animales que pasan por el matadero de Belmonte, impulsado por los negocios del sector en el concejo.
En la carnicería José Ramón pusieron la vista en el futuro y así decidieron ampliar la oferta y también venden carne porcina y caprina. Además, acaban de construir una sala de despiece "para adecuar las instalaciones a la normativa con registro sanitario comunitario que nos permite sacar la carne fuera", comenta su promotor.
Pero el objetivo principal de la nueva sala es el despiece de ternera ecológica, cada vez con más auge, al que también incorporarán próximamente la raza de gochu asturcelta. Álvarez quiere proporcionar a los compradores carne directamente desde los pastos al plato, por eso apuestan por el movimiento "slow food", también conocido como Kilómetro 0. "Creemos que la población cada vez demanda más los productos naturales y eso es lo que les damos: calidad y una regularidad en el producto sin olvidar el trato personalizado, que las personas no se sientan un número", asegura Álvarez.
En la carnicería Félix también se suman a la venta por internet, pero sólo de embutidos. "Hay mucha gente que se pone en contacto con nosotros a través de internet y nos parece una forma muy buena de venta", destaca María del Mar Álvarez, quien forma parte de la segunda generación del negocio. El chorizo, la morcilla, el lomo, la panceta, la cecina o el chorizo de vaca llegan a todas partes de España. "Seguimos produciendo más o menos lo mismo y no salimos mucho de ferias para que no se desequilibre la producción", apunta.
Desde hace ocho años tienen una fábrica de embutidos en el polígono industrial belmontín, que "es más cómodo para trabajar y también para limpiar", explica. Aunque ahora están en una nave, Álvarez mantiene que el proceso se hace igual que antes. "En estos momentos tienes que destacar por algo, por eso apostamos por la calidad y el proceso artesanal con cero conservantes ni colorantes", concluye.
