La escuela de Villazón, en Salas, ya es historia. La Consejería de Educación ha cerrado este centro porque no ha logrado el número mínimo de matrículas, cuatro, para mantener abiertas sus puertas. Para el próximo curso sólo se matricularían tres niños. Miguel Ángel Moreno, director del colegio rural agrupado (CRA) de La Espina, al que pertenece la escuela, que llegó a atender a seis alumnos, lamentó ayer el cierre, si bien indicó que es "cuestión de ley y de lógica".

En la zona rural cada vez hay menos alumnos. Esta situación hace que en el Occidente, la zona de Asturias con menor población, se mantengan abiertas escuelas con cinco alumnos de distintos cursos, como ocurre en el colegio de Illano. En el CRA de La Espina, los tres alumnos que por cercanía tenían previsto matricularse en Villazón -y que viven entre esta localidad y la de Figares-, pasarán el próximo curso al colegio de Salas. Tendrán que recorrer unos kilómetros más para llegar cada día a su centro escolar.

En Villazón no ha habido protestas por esta decisión del Principado. Los padres y madres de los alumnos han recibido la noticia con resignación. "No ha sido dramático y estamos convencidos de que pasará con más escuelas rurales de Asturias. Si no hay niños, no hay colegios", señala Moreno. Eso sí, en la escuela de La Espina, donde se centralizaba la gestión del CRA, están matriculados unos 40 alumnos.

Si se tiene en cuenta la situación de otros centros educativos rurales, "somos unos privilegiados", añade Moreno. Como ejemplo, en Oviñana hay trece matrículas y para el próximo curso pierden un profesor. En Illano la matrícula de este año era muy baja, cinco alumnos, atendidos por la tutora y por un profesor de Educación Física de apoyo. El colegio rural agrupado de La Espina tiene este curso tres tutores, a los que se suman los profesionales que se trasladan de una escuela a otra y se encargan de Música, Educación Física, Inglés y Asturiano. El próximo curso tendrán que volver a organizarse.