"Venimos muy contentos porque lo de llevar a la Virgen de Covadonga a Roma y darla a conocer nos ha hecho mucha ilusión a todos". La presidenta de la asociación cultural El Pampillo de Castropol, Maite Muiña, no puede estar más orgullosa de la participación del colectivo en el V Congreso internacional de alfombristas de arte efímero celebrado el pasado fin de semana en Roma.

Los catorce vecinos que integraron la delegación castropolense llegaron ayer de madrugada a sus casas, satisfechos por el éxito de la alfombra de casi cinco por siete metros que realizaron en el corazón del Vaticano. Y eso que a punto estuvieron de no poder trabajar, ya que en el aeropuerto les perdieron la plantilla para confeccionar la imagen de la Virgen. Al final apareció y pudieron llevar a buen puerto su trabajo. "Facturamos tres maletas con el material y un tubo en el que iba la plantilla y que al final apareció. Pero bueno, son pequeños inconvenientes de última hora, a otro de los grupos españoles no les llegó la sal, por ejemplo. Al final todo salió bien", añade Muiña. Sin duda, el equipaje de los alfombristas fue de lo más particular, pues tuvieron que empaquetar en el avión "concos" de eucalipto, arroz teñido, pan rallado y hasta la arena que usan para sus trabajos. Lo único que no se llevaron fueron las flores, que les cedió la organización.

Muiña cuenta que la alfombra con la Santina como protagonista "gustó mucho". El dibujo de la Virgen "era lo más delicado, pero la gente alucinó sobre todo por la noche, cuando la estábamos haciendo, porque brillaba mucho". Su alfombra lució en la Via della Conciliazione y recibió, como todos los trabajos, la bendición del Papa Francisco.

En el congreso participaron alrededor de 80 delegaciones de todo el mundo. Los de El Pampillo fueron los únicos representantes de Asturias y viajaron a Roma junto a alfombristas de Galicia, Canarias, Castilla y León, Castilla La Mancha y Aragón.