Paso a paso, metro a metro, kilómetro a kilómetro, dos centenares de personas pusieron ayer su granito de arena para hacer crecer los proyectos que la Fundación EDES tiene en marcha. Esta entidad social sin ánimo de lucro vio colmadas sus expectativas con la participación en la segunda marcha solidaria que celebra en Tapia de Casariego, en la que cada participante seleccionó la longitud de su paseo, hasta 20 kilómetros, y la aportación solidaria a realizar.

Pasar una jornada en familia o con amigos y disfrutar de un espléndido paseo a orillas del Cantábrico son los beneficios complementarios que la actividad aportó a los participantes. Aunque la principal misión la explica el tapiego Pablo Coira: "Es importante mentalizar a la gente de que estas organizaciones, como la Fundación Edes, son muy importantes hoy en día. Más si cabe en los tiempos en los que estamos; y con la crisis no se deben dejar de lado"

Pablo Coira repite marcha tras sumarse a la primera edición. "El año pasado vine solo y caminé unos diez kilómetros. Esta vez vengo con la familia, los niños pequeños, por lo que esperamos llegar a los dos kilómetros", afirma.

La flexibilidad en la distancia y en la aportación de donativos, que podían ser mediante patrocinadores, aumentó el número de caminantes solidarios. Uno de los grupos más numerosos fue el del grupo de montaña "Marqués de Casariego", que no quiso faltar a la cita.

Ángeles Loza, presidenta de la Fundación Edes, manifestó su alegría al cierre de la actividad, cuando se contabilizaron unos 200 participantes: "Estamos en las mismas cifras que el año pasado, por lo que vemos que es una actividad que se consolida".