Cincuenta y cinco años después de la muerte de la folclorista vaqueira Rogelia Gayo y Gayo, el Ayuntamiento de Valdés le ha rendido un homenaje. Lo hizo ayer, jornada del Día Internacional de la Mujer Rural, con la para presentación del libro que recorre la vida y la trayectoria de Gayo, obra del experto en Musicología José Antonio González Rodríguez y titulado "Homenaje a Rogelia Gayo. La mujer en el folclore asturiano". El Ayuntamiento de Valdés suma así un nuevo título a la serie "Valdesanas ilustres", que inició a través de la concejalía de Igualdad la exedil socialista Rosa Cañizares. "Una forma de reconocer a la mujer y especialmente a la rural", destacó ayer en la presentación del libro la actual titular del departamento, Ángeles Rodríguez.

El autor indicó que personajes como esta valdesana fueron olvidados por el tiempo y por la historia. "Es cierto que muchas mujeres que destacaron no tienen su lugar en nuestros libros", valoró. Rogelia Gayo es una de ellas. Según Gómez Rodríguez, la folclorista "supo transmitir el folclore y llevarlo más allá de los límites de la tierra vaqueira". Por los cantares de Rogelia Gayo se interesaron, sobre todo, los extranjeros, y en cambio no hay constancia de su trabajo y de su obra en la "Gran Enciclopedia de Asturias" ni en otros libros de referencia sobre la historia, las costumbres y los personajes del Principado. Quizás en su caso "fue así porque transmitía cultura de forma oral".

Los cantares de Rogelia Gayo sí fueron estudiados por el estadounidense Alan Lomax y por el también musicólogo rumano Constantin Brailoiu. Hay datos más extendidos sobre la historia que vincula al primero con Rogelia Gayo, pero el libro presentado ayer informa del segundo caso, "que no se conocía hasta la fecha". "Rogelia Gayo causó más interés fuera de España y se aprovechó del programa franquista 'Educación y descanso' para dar a conocer la obra musical de los vaqueiros", contó el autor de libro. El profesor José Antonio Rodríguez pudo constatar que la folclorista viajó con el grupo "Vaqueiros de alzada" por casi toda España. Estuvo presente en la boda de Alfonso XIII y en la fiesta que se dio en honor a los heridos en la batalla de Melilla. También cantó y bailó en países como Alemania, Francia e Italia. "Fue una mujer que supo aprovechar toda la leyenda negra que rodeaba a los vaqueiros para dar a conocer su trabajo", manifestó Gómez.

Gayo murió en 1959, el mismo año en que el luarqués Severo Ochoa recibió el premio Nobel de Medicina. Quizás esta coincidencia, como apuntaron su familia y el musicólogo autor del libro, "contribuyera en parte" al olvido de Rogelia Gayo en Valdés.

La directora del Instituto Asturiano de la Mujer, Carmen Sanjurjo, agradeció ayer al Ayuntamiento de Valdés "su preocupación por la mujer rural". Sanjurjo destacó el trabajo porque "visibiliza el legado que dejaron mujeres de la zona rural de Asturias. A veces no conocemos o no nos cuentan la importancia que tiene y tuvo la mujer", añadió en la presentación de la obra. Con ella, "Rogelia ya forma parte de la historia de Valdés", según el alcalde del concejo, Simón Guardado.

El libro, del que se han tirado 300 ejemplares, se distribuirá gratuitamente a través de la concejalía de Igualdad. Incluye un CD con cuatro cantares de Rogelia Gayo grabados por Constantin Brailoiu: "Cada vez que veo cabras", "Pónme la gal.legada", "Eso de matar la araña" y "Marinero suba al muelle".