Los alcaldes de Navia, Valdés y Villayón se pusieron ayer al frente de una manifestación secundada por alrededor de doscientos vecinos de los tres municipios y convocada para urgir al Gobierno regional a que adquiera la carretera privada que une la Bobia con el Segredal. "Es una reivindicación razonable por el atajo que supone para los vecinos y por la calidad de la vía", indica el regidor naviego, Ignacio García Palacios.

La carretera, de unos seis kilómetros, se construyó en 2012 para dar acceso a los parques eólicos de la sierra de Panondres. El camino conecta con la carretera AS-36, de Luarca a Villayón, y permite un atajo importante en los desplazamientos hacia la costa, de ahí que los vecinos la usen con frecuencia. El problema es que alguno de los titulares de la vía no está de acuerdo con su uso y pone trabas. La expropiación de la carretera por parte del Gobierno pondría fin a la situación.

Palacios, que llevará el asunto al próximo pleno, como ya hizo el Ayuntamiento de Villayón y como hará igualmente el de Valdés, asegura que el Principado conoce la reclamación y está trabajando para ver cómo se podría llevar a cabo. Los manifestantes insisten en que la vía beneficia a los vecinos en sus viajes a la zona costera y también permite un acceso más cómo y rápido para el transporte sanitario y comercial.