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La obra de contención del acantilado de Represas se alargará más de lo previsto

Costas mejorará la zona del concejo tapiego con una acera paralela al mar y una nueva escalera de acceso al ribeiro

Máquinas trabajando, ayer, en la zona. TANIA CASCUDO

"Aún les queda trabajo por delante, así que el fin de la obra se alargará unas semanas", precisó ayer el Alcalde en funciones de Tapia, Enrique Fernández (PP), al respecto de la obra de consolidación del acantilado tapiego de Represas. Los trabajos comenzaron en abril y, aunque inicialmente estaba previsto que quedaran listos este mes, podrían demorarse algunas semanas más.

La obra está siendo más compleja de lo inicialmente previsto, en buena medida por la necesidad de trabajar al ritmo de las mareas. No en vano, la maquinaria de trabajo está instalada en pleno ribeiro de Represas y sólo se puede trabajar en marea baja. Las dimensiones de la actuación están sorprendiendo a los vecinos, ya que se está moviendo una gran cantidad de terreno para construir una escollera de 120 metros de largo que pondrá fin de manera definitiva a los sucesivos desprendimientos de terreno en este punto costero.

El principal inconveniente del retraso de la actuación es que continuará cerrada durante más tiempo la carretera que discurre paralela al acantilado y que comunica las parroquias costeras con la capital tapiega. El regidor tapiego es consciente de los inconvenientes, pues se trata de una zona muy transitada. No obstante, considera que merecerá la pena la espera. En este sentido, indica que la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar tiene previsto acondicionar y mejorar la zona. Cuando quede lista la escollera se repondrá la carretera por el trazado original y además se construirá una acera paralela al acantilado para favorecer el paseo por una de las zonas más bellas de la villa.

En el capítulo de mejoras también está previsto eliminar parte del montículo de tierra que queda entre el albergue y la zona de obra, donde antaño se levantaba una edificación. Costas accedió a esta petición del gobierno local, que permitirá mejorar el entorno. "Se logrará una mejor visión del pueblo", precisa el regidor. Por último, se ha decidido no cerrar por completo el acceso rodado habilitado para que la maquinaria pueda descender al ribeiro. En este punto se construirá una escalera de acceso peatonal más cómoda que la que existe actualmente en la zona trasera del albergue de peregrinos. "Va a quedar muy bien", avanza el Alcalde tapiego.

La obra de estabilización del talud se puso en marcha en el mes de abril. Se adjudicó con carácter de emergencia, corre a cargo de la empresa Atyum Proyectos y Obras S. A. y cuenta con un presupuesto de 506.900 euros. Costas decidió intervenir en la zona tras agravarse la situación. Aunque hace años que se registran desprendimientos de tierra, nunca antes se había adoptado la decisión de cortar al tráfico la vía que discurre paralela al acantilado. El Ayuntamiento tomó la decisión a finales del año pasado al no poder garantizar la seguridad de los vehículos.

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