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Cecilio Fernández, una vida en 15 minutos

"No cambio Navia por nada en este mundo", asegura el dueño del bazar que lleva su nombre, que pregonará esta noche las fiestas locales con una intervención que promete breve

Cecilio Fernández, tras el mostrador de su comercio. G. GARCÍA

No hay naviego que se precie que no haya entrado en Casa Cecilio en busca de algún juguete, figura u objeto de cualquier tipo. Al frente de este bazar, uno de los comercios con más solera de la villa de Campoamor, se erige Cecilio Fernández, amante de la tertulia, incondicional de la lectura y naviego como pocos. Hoy tiene una misión que cumplir: pronunciar el pregón de las fiestas patronales de Nuestra Señora de la Barca y San Roque; y asegura que, aunque en un principio pensó que aquello no era para él, "me lo tomé con mucha ilusión y alegría". Esta noche será difícil que no se le escape alguna que otra lágrima de emoción.

Nacido en 1948, muy pronto, a los 23 años, se hizo cargo del comercio que su padre había fundado en el centro de Navia en 1941. Desde entonces se mantiene tras el mostrador, cuando hay clientela, o a las puertas de su tienda, conversando con unos y otros, vecinos y visitantes, sobre la villa y su actualidad diaria.

Su trayectoria vital está ligada a la villa naviega desde su nacimiento. Estudió en las Dominicas, en la Escuela Nacional y en el Instituto Manuel Suárez, y desde bien temprano se implicó en la sociedad de la villa. Así, se convirtió en uno de los fundadores del grupo de montaña "Peña Furada", y desempeñó durante años la función de directivo en el equipo de fútbol de la localidad. Desde finales de los sesenta es quien ondea el pendón en Semana Santa en la procesión del Encuentro, y también el que lo custodia cada día 15 de agosto, acompañando a la procesión de Nuestra Señora de la Barca. Hoy en día nadie le quita sus charlas en el banco y sus cafés con la prensa cada mañana.

Cuando recibió el encargo de Sofinavia para leer el pregón, Cecilio Fernández no se lo podía creer: "No estoy preparado para hablar en público, y no me parecía que yo fuese la persona correcta", asegura. Sin embargo, aceptó, y durante semanas ha estado pergeñando un texto que, reconoce, le ha restado muchas horas de sueño. "Al principio no podía dormir bien. Poco a poco fue a mejor, pero ahora que se acerca la hora vuelven los nervios", cuenta Fernández.

Su alocución se centrará en recordar tiempos de juventud y hacer mención a la economía naviega, al deporte y a las fiestas. Ha calculado que le llevará un cuarto de hora, y tiene asumido que "a algunos les gustará y a otros no". Eso sí, promete que cada una de sus palabras saldrá desde el corazón. "No cambio Navia por nada en este mundo", afirma Cecilio, que reconoce que en los últimos años se "ha apagado" un poco por la crisis. Se muestra "encantado" con sus vecinos, y tan sólo desea que en estas fiestas "todo el mundo lo pase bien, no llueva y salga todo redondo".

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