"Alarmantes" y "muy preocupantes". Así calificó ayer Isabel García, presidenta de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, los datos que arroja el informe anual de ahogamientos, que contabiliza un total de 200 fallecidos por esta causa desde que comenzó el año y hasta el 31 de julio. García no escatimó en exigencias a las administraciones para revertir esta situación, y conseguir que la estadística, en años venideros, sea "menos trágica". Una preocupación muy presente en la región tras la reciente muerte de una mujer de 31 años en la playa castrillonense de Salinas tras un dramático rescate de seis dominicanos arrastrados por la corriente mar adentro.

El informe se hizo público en Viavélez (El Franco), a donde Isabel García acudió para presenciar la VIII Travesía a nado Viavélez-Pormenande; y a acompañar a María Antonia Martínez, veterana socorrista, la primera mujer de todo el Cantábrico que desempeñó esta función, y ganadora de varias medallas de oro en los Campeonatos de España Máster de Salvamento y Socorrismo.

"Doscientos ahogados, 83 de ellos en el mes de julio, lo considero un dato muy, muy preocupante", afirmó la presidenta de los socorristas, que explicó que es el primer año que se tiene este tipo de información. "Por vez primera, desde la federación hemos conseguido realizar estas estadísticas, tras pedir a las administraciones unos datos a tiempo real, para que la sociedad sea consciente del grave problema que tenemos en materia de seguridad acuática", incidió, al tiempo que añadió que "si no existen estos datos parece que no es cierta esta realidad o que se exagera".

Los datos reflejan que el 78% de las víctimas son varones, que las playas se han producido 113 muertes, por 38 en piscina y 20 en río, y que 140 sucesos mortales se dieron en lugares en los que no existía vigilancia por los 54 en que sí. Además, muestra a los mayores de 45 años como el grupo de edad con más fallecidos por esta causa. Asturias, con seis muertes por ahogamiento, se sitúa entre las regiones con menos siniestralidad en las zonas de baño.

"Se trata de familias que han pasado por algo dramático, y merecen una solución, un respeto y sobre todo una consideración por parte de la administración", manifestó Isabel García, que pidió "mucha precaución" a aquellas personas que acudan a lugares de baño.

Exigió, además, que se ofrezca información, y que se elabore un mapa nacional de zonas seguras, en las que pueda ondear una misma bandera, homogénea, que indique que se trata de una zona sin riesgos. "Una señalización a nivel nacional, con una regulación mínima de lo que sucede en las playas y piscinas", apuntó; además de recordar a los bañistas que "los socorristas son la autoridad, y se deben respetar porque ponen en riesgo su vida para salvar otras". "Con precaución se pueden salvar muchas vidas", remató.