El artista lírico Joaquín Pixán (Cangas del Narcea, 1950) viaja estos días a su occidente natal para ofrecer dos recitales en las villas de Vegadeo y Salas. En ambas localidades actuará acompañado de acordeonistas, una faceta novedosa para este virtuoso músico asturiano que está a punto de publicar su último trabajo discográfico -"Tentativa de un cancionero asturiano para el siglo XXI"- junto al poeta Antonio Gamoneda. El concierto veigueño -cuya entrada costará 12 euros- se celebrará mañana a las nueve y media de la noche en el auditorio de la Casa de Cultura y llega en un momento especial para la localidad que está viviendo sus fiestas patronales. En este caso actuará junto a María Álvarez, acordeonista asturiana aunque afincada en Galicia. La cita salense será el 19 de agosto a las ocho de la tarde en el salón de actos "Los Álvarez, donde Pixán actuará junto al acordeonista segoviano Cuco Pérez, que ha actuado junto a grupos y artistas conocidos como Celtas Cortos, Joaquín Cortés, Pedro Guerra o Luz Casal.
-Hacía tiempo que no actuaba en Vegadeo...
-Estuve en un par de ocasiones, pero sí, hace mucho tiempo. Lo más cerca que he estado últimamente es en Coaña o Navia y la verdad es que me hace especial ilusión por volver a encontrarme con la gente que me sigue.
-Y el 19, en Salas ¿Tiene previstas más actuaciones por el Occidente?
-De momento, no. Luego me voy a Madrid y el 20 de septiembre tengo la misa de gaita en la iglesia de Los Jerónimos.
-¿En qué se diferencian los conciertos de Salas y Vegadeo?
-Tengo dos acompañantes distintos. En Vegadeo estaré con la acordeonista María Álvarez y en Salas con Cuco Pérez. En función de esa circunstancia habrá cambios, a parte de que me gusta siempre que los programas sean distintos porque es algo que me mantiene alerta y no me hace confiarme. En Vegadeo haremos un repaso a canciones asturianas, mexicanas y cubanas habituales en mi repertorio. También habrá algo de música gallega, aprovechando que estamos en la frontera. En Salas, en cambio, planteo un programa dedicado a la copla española, al pasodoble y a la canción asturiana.
-¿Por qué merece la pena no perderse sus actuaciones de Vegadeo y Salas?
-Además de porque es una manera de que el artista siga en contacto con su público, creo que es un tipo de programación que no es habitual. En este caso es la primera vez que voy a cantar con acordeón que supone un formato distinto que no he hecho hasta ahora.
-¿Qué aporta a su música el acordeón?
-Primero que tiene todas las posibilidades musicales, pero además es un instrumento que para la gente del norte está muy vinculado a la música tradicional. A mi me hace sentirme más joven y me retrotrae a mi infancia.
-¿Por qué había tardado tanto entonces en utilizar el acordeón en sus conciertos?
-Uno cambia de criterios. En mi caso siempre trato de ir buscando cuestiones que puedan suponer una variante en mi carrera y que son las que me mantienen con cierta atención. Es algo que nos pasa a todos en los diferentes ámbitos de la vida. Llega un momento en que, cuando haces lo mismo cada día, entras en una especie de monotonía y bajas la guardia, la atención. De ahí que me guste introducir cambios.
