La presencia de casetas y material de obras estos días en el entorno del tramo de autovía Doriga-Cornellana da señales que la autovía del Suroccidente se mueve de nuevo. Pero en la comarca prefieren tomárselo con calma y, aunque contentos por lo que parece ser una inminente reanudación de las obras en dicho tramo -que quedó a medias de hacer y completamente abandonado a finales de 2010-, optan por no lanzar las campanas al vuelo y esperar a que sean una realidad los trabajos y se concluya por fin una obra muy esperada por los vecinos y el sector empresarial.
En Tineo no ocultan su optimismo, aunque nadie se olvida del marco político en el que se iniciarán: a pocos meses de la celebración de las elecciones generales. El alcalde, el socialista José Ramón Feito, se muestra satisfecho con "algo que llevamos esperando desde hace muchos años y que ahora confiamos en que no sea electoralista y que avance hasta terminar en La Espina, luego ya podremos hablar de su continuación". Para este año había una consignación presupuestaria en los Presupuestos generales del Estado de 11,2 millones, pero en Doriga-Cornellana no se movió nada. Para el próximo ejercicio, la cantidad comprometida es de 6,9 millones en este trayecto, y de 6,8 para Cornellana-Salas.
Feito señala la autovía "vital para Tineo, pero también para todo el Suroccidente". Considera que la única manera de atraer inversiones para el concejo que sirvan para crear puestos de trabajo es contando con unas buenas comunicaciones.
Con esta opinión coincide Carlos Manuel Rodríguez, presidente de Cafento, que asegura que en 2006 cuando decidió establecer su fábrica en Tineo lo hizo porque se estaban empezando las obras de la autovía y su construcción parecía una realidad. "Cuando se paralizaron la mayor demanda de mis trabajadores es que las oficinas se trasladaran al centro de la región, porque la gente necesita tener su puesto de trabajo a no más de media hora de casa", explica Rodríguez. No obstante, ahora se muestra optimista y espera que "el ritmo de las obras sea superior al que aparenta".
Manuel Fernández, de Fibrastur, cree las obras deberían iniciarse en la construcción de la segunda calzada de Salas a La Espina o bien realizando un carril de adelantamiento. Algo que también reclama Carlos Manuel Rodríguez, que hace hincapié en el absurdo de que "tengamos invertidos unos 90 millones de euros y no los podamos disfrutar".
Todos los empresarios reconocen que la llegada de la autovía hasta La Espina es fundamental para la zona "porque eliminaríamos los pluses de transporte que tenemos, todo sería más ágil y se reducirían los costes", apunta Alberto López, de quesería Tierra de Tineo.
Benjamín Alba, presidente de la asociación de Empresarios de Tineo, recuerda que "llevamos esperando desde primeros de mayo para que se inicien las obras". Además, Alba forma parte activa de la Plataforma Pro Autovía del Interior que en septiembre se reunirán de nuevo y "haremos llegar al gobierno las 15.000 firmas de apoyo recogidas".
En Salas, en el plano político, hay cierto recelo. El alcalde salense, Sergio Hidalgo (FAC), es el primero en dudar de la buena marcha de la obra. "Espero que esto no sea un 'engañabobos' con fines electoralistas", indica. El regidor asegura que la proximidad de las elecciones generales "puede tener mucho que ver". Y añade: "Esta autovía es imprescindible para el desarrollo de Salas y por eso lo que queremos es una apuesta firme; no un compromiso nuevo cada vez que tengamos una cita electoral".
Los empresarios de la zona también están deseando ver hecha o al menos muy avanzada la autovía del interior. Para el presidente de la asociación Salas Turismo, Manuel López, esta infraestructura es imprescindible para que el concejo y la comarca avancen. "En el ámbito turístico, una vía de alta capacidad siempre ayuda mucho. Es algo lógico, porque nos acerca a todo", indica. Según López, quien regenta un hotel en Salas, con las comunicaciones actuales es habitual que el visitante se pierda o incluso que se queje por el mal estado de las carreteras.
Y es que si se viaja desde Oviedo todo va bien hasta que la autovía se corta en Doriga. Entonces hay que enlazar con la carretera regional que va de Cornellana a Cangas del Narcea. Para ir a Salas hay que tomar el sentido Cornellana y allí "descifrar" el cruce que conduce al centro de esta localidad y, posteriormente, a Salas. "Es decir, que dejas la autovía y empiezan los problemas", señala. Además, Manuel López asegura que muchos turistas se quedan sorprendidos por los pilares de la autovía abandonados.
Las obras -paralizadas en 2010 por los primeros recortes del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero- quedaron a medias y dejaron una estampa llamativa: grandes pilares de cemento en las vegas del Narcea que a día de hoy ya está rodeados de maleza.
Las empresas de transporte de la zona también desean que las obras se retomen, avancen y concluyan lo antes posible. Un empresario que hace servicios por toda España asegura que pocas veces se ven tramos de carretera como el que comunica Cornellana y Salas sin alternativa. "Todo funciona a través del transporte y estas vías secundarias encarecen los servicios", indica. Asegura que el tramo que une Cornellana y Salas es peligroso. "La carretera tiene muchas curvas y mucha señalización limitando la velocidad, es decir, es un atraso", indica.
Por esta razón considera que la comarca "se merece" una vía de alta capacidad. El empresario añade que lo único que tiene Salas de momento es una vía de alta capacidad (el tramo que va a La Espina) "a medias de hacer y que no merece la pena utilizar". Con el parón en las obras, esta tramo sólo se levantó a medias.
Los vecinos de Salas también añaden que con las buenas comunicaciones se podrían asentar más empresas en la zona y se mejoraría el calidad de vida, ya que parte de los vecinos de este concejo con la mayor parte de su población envejecida tienen como referente sanitario el hospital central de Oviedo.
