La ganadería de María Soledad Rodríguez en el pueblo de El Otero, en Cangas del Narcea, denuncia haber perdido una novilla a causa del ataque del oso.

El lunes a mediodía los ganaderos se encontraron una res muerta en un prado cercano al pueblo. La vaca se había despeñado y presentaba signos de haber sido arrastrada, lo que, según sus propietarios, apunta directamente al oso como responsable del suceso.

Sin embargo, el guarda que acudió a analizar el escenario de los hechos les comunicó que no había indicios suficientes para afirmar que hubiese sido un plantígrado el causante de la muerte de la res, sobre todo por la ausencia de marcas en el cuerpo del animal.

"Sabemos fijo que fue el oso y todos los vecinos lo vieron claro", asegura María Soledad Rodríguez, quien añade que es habitual encontrarse con osos en las proximidades del pueblo.

"Están entre las vacas, el otro día un vecino se encontró con uno y no se asustan de nada", subraya Rodríguez.

La ganadera estima que la novilla tendría un valor de 3.000 euros, ya que era joven y esperaba una cría. A pesar de ello no reclamará la valoración porque "para lo que nos darán por ella no merece la pena pelear, si no quieren poner que fue el oso, no lo pondrán, aquí el ganadero no tiene ni voz ni voto", sentencia.