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Tineo pueblo a pueblo

Norón invita a pasear a los tinetenses

La localidad se encuentra inmersa en las obras de la concentración parcelaria, que los vecinos creen que llega tarde

El camino de entrada a Norón, en obras. D. ÁLVAREZ

A los tinetenses les gusta pasear y así lo demuestra la afluencia de caminantes que presenta cada día, especialmente a la tarde, la senda que une la villa con la localidad del Crucero. No obstante, la repetición continua de la misma ruta o la masificación que ésta tiene en algunos momentos de la jornada ha hecho que sean muchos los que busquen caminos alternativos para dar rienda suelta a sus pasos.

Así, las vías que unen Piedralonga con Santullano y que atraviesan pueblos como Norón se han puesto de moda y durante las tardes se han convertido en un ir y venir de paseantes. "Los caminantes dan mucha vida al pueblo y nos permiten ver gente nueva con la que charlar. Aunque eso a veces no es positivo, ya que te retrasa en el trabajo", explica Merce Martínez.

Los vecinos explican que esa nueva senda, sin serlo, es muy atractiva porque supone un paseo agradable, prácticamente llano y con poco movimiento de coches. Además, se está viendo mejorada gracias a las obras de concentración parcelaria que se están llevando a cabo en la zona y que suponen la creación de una red de caminos de unos 21 kilómetros de longitud.

Precisamente, las obras de concentración parcelaria que se están desarrollando eran muy esperadas en la zona, aunque para los vecinos de Norón llegan tarde. "Se tenía que haber hecho hace 30 años, cuando todo el pueblo era ganadero; ahora sólo quedamos tres vecinos con vacas y con pocas perspectivas de futuro", explica Daniel Villar. Para él, contar con una concentración parcelaria cuando inició su actividad ganadera hubiera supuesto hacer quizá más inversiones "y para otros seguramente también, incluso no marcharía tanta gente del pueblo".

Los ganaderos creen que la concentración les va a facilitar el trabajo, pero son pesimistas con su futuro cuando ven que en la actualidad "según nos están poniendo las cosas, nos están invitando a cerrar y a no quedarse en el pueblo; ahora mismo estamos trabajando por amor al arte para llegar a duras penas a final de mes", comenta Merce Martínez.

En el pueblo quedan tres ganaderías. De ellas, sólo una de carne, la de Ramón Rodríguez, aficionado a los concursos de ganado y que este fin de semana mostrará sus reses en el certamen tinetense. "Es una afición, llevo las vacas a concurso sin la intención de ganar, sólo para hacer grupo con el resto de ganaderos y para cooperar con las actividades que se organizan en Tineo", comenta.

Para los vecinos lo que define Norón es la tranquilidad y la buena relación existente entre todos sus habitantes. "Ahora todos estamos más ocupados, pero si hace falta no hay dudas para ayudarnos entre nosotros", asegura Merce Martínez. Tan sólo tienen una queja: los problemas para acceder a internet. A pesar de estar situados a unos tres kilómetros de Tineo, los vecinos de Norón echan de menos tener una conexión de internet digna. "El servicio que tenemos es una vergüenza, hay poca cobertura y es hasta cuatro veces más caro que en la villa", se queja Ramón Rodríguez.

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