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La vida que forjó el mar

José Manuel Gión, que se enroló por primera vez a los 11 años para pescar congrio y centollo, recibe el ramo de los marinos en Puerto de Vega

Asistentes al acto presencian el intercambio del ramo en el balcón de la lonja. G. GARCÍA

José Manuel Gión ya tiene en su poder el "ramo de la vida", que deberá custodiar durante un año, hasta el próximo 9 de septiembre. Es su función como "Mayordomo", un reconocimiento que tradicionalmente, desde los años cincuenta, se otorga en Puerto de Vega al marino de más edad. Ayer, coincidiendo con la "Telayina", Gión recibió este honor de manos del "mayordomo" saliente, José Manuel Ramos, en una emotiva ceremonia celebrada en la lonja de la localidad. Cientos de personas presenciaron el conmovedor acto, uno de los más especiales del año para el sector.

La Sociedad de Amigos de Puerto de Vega, fundada en 1906, fue la encargada, como asociación más antigua del pueblo, de entregar el primero de los detalles al nuevo "mayordomo". Después le seguirían la Asociación de Amigos de la Historia, la Peña de Amigos de la Sardinada, la comisión de fiestas, la propia cofradía de Nuestra Señora de la Atalaya y el Ayuntamiento de Navia, obsequiando a un Gión embargado por la emoción del momento.

La vida de este vecino, que recibió el ramo como "un sentimiento de todo el pueblo", no se puede entender sin el mar. Fue el primero de sus hermanos, y el único varón. Su padre se dedicaba a la pesca, y su madre vendía pescado para ayudar a la economía familiar. A los once años, José Manuel Gión ya quiso enrolarse para trabajar en el mar, pero su madre no le firmó el permiso; algo que sí hizo el guardapesca de la época, lo que le permitió vivir su sueño.

Así comenzó en una lancha a remo que se dedicaba al congrio y al centollo, llamada "Sobreisla". Después vendrían más embarcaciones pesqueras en Puerto de Vega, desde donde dio el salto a grandes empresas navieras de Avilés y Gijón, para dedicar sus últimos años laborales en una firma de combustibles, trabajando para repostar grandes buques. Nada le pudo separar del vaivén de las olas durante toda su trayectoria, ni siquiera un grave accidente a bordo por el que estuvo convaleciente durante cuatro meses, y del que tan pronto como se recuperó volvió a navegar.

José Manuel Gión y su esposa Beatriz Pérez fueron ayer los protagonistas de la jornada, y acapararon numerosas muestras de cariño y aplausos en el día que Puerto de Vega dedica a las gentes de mar dentro del programa de sus fiestas patronales, popularmente conocidas como "Las Telayas".

La localidad pone en la jornada de hoy el broche dorado a sus festejos con la multitudinaria jira en la playa de Frexulfe. Como manda la tradición, la comitiva festiva partirá al mediodía del parque Benigno Blanco, en dirección al campo de la celebración. La música correrá a cargo de las charangas "BB+", "Achicoria" y "Apeles". La diversión copará la jornada en Frexulfe, hasta que a las ocho de la tarde se desande el camino, y los romeros regresen a la localidad para disfrutar de la última verbena, en compañía de los grupos "Futuro" y "Tango".

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