Ignacio Escribano (Madrid, 1975) acaba de cumplir tres meses como alcalde de Cudillero. El candidato del PP logró el bastón de mando gracias a los apoyos de Foro Asturias (FAC) y Vecinos por Cudillero (VPC). Entre los tres terminaron el pasado 12 de junio con más de dos décadas de hegemonía socialista. Estos meses "han sido duros", asegura Escribano. Abogado de estudios y profesión, nieto de Sabino Fernández Campo, ahora se centra en "poner en orden el Ayuntamiento y el concejo porque estaba todo muy abandonado".
-Siempre ha manifestado que esto es nuevo para usted, que sigue siendo más abogado que político. ¿Se siente bien en la Alcaldía?
-Sí. Cada vez tengo más ilusión por resolver problemas que en Cudillero llevaban mucho tiempo sin respuesta. Soy abogada y en ese sentido me gusta tener soluciones para los demás.
-¿Qué tipo de problemas?
-En este Ayuntamiento había mucha dejadez. Para empezar, no se daba respuesta a los vecinos. Tenemos a gente esperando por un pronunciamiento del Ayuntamiento desde hace años. También nos hemos encontrado con muchos procedimientos judiciales abiertos porque el Ayuntamiento no intentaba llegar a un acuerdo extrajudicial. Es decir, esta institución no respondía, y muchos vecinos optaban por judicializar los casos. Ahora las cosas han cambiado. Noto que la gente está contenta, que nuestros vecinos no salen de este Ayuntamiento con esa frustración de no poder arreglar nada. Me dan las gracias porque no les hablo a gritos o no les trato mal. Es increíble.
-¿Qué le ha sorprendido en estos tres meses como Alcalde?
-Me ha sorprendido y entristecido apreciar con tanta claridad las rivalidades que se han creado. Hay como dos bandos (partidarios del PSOE y detractores), y son claros, dentro del Ayuntamiento y fuera. Yo intento hacer lo posible por evitar este enfrentamiento. Algunos vecinos vienen a pedir algo a esta casa y me cuentan que no me han votado. Eso a mí me da igual. No sé cómo funcionaban antes las cosas, pero yo quiero ser un alcalde para todos, no para unos pocos o para mis votantes. Me equivocaré en muchas cosas, pero todos los vecinos deben ser iguales para nosotros. No entiendo cómo hubo épocas en las que esto, que es básico, no se tenía en cuenta.
-¿Con qué dificultades se ha encontrado?
-Con la falta de acceso a mucha información. Hay muchos documentos que no aparecen. Cada vez que tienes que buscar un expediente es una odisea... hay expedientes que no están foliados... y se crean muchos problemas derivados de esta situación. Ahora estamos investigando qué ha pasado, porque se han destruido documentos o se han hecho desaparecer.
-¿Cómo es su relación con FAC y Vecinos por Cudillero?
-Estoy encantado con ambas fuerzas. El concejal de Economía es de Foro Asturias y está realizando un gran trabajo. Ha puesto coherencia en el pago de las facturas pendientes. Sus conocimientos sobre economía nos benefician mucho. Por encima de las ideologías, están las personas. Y tanto con Juan Carragal como con la concejala de Vecinos, Belén Álvarez, se puede hablar. A veces tenemos ideas diferentes, pero nos respetamos.
-¿Qué destaca de su gobierno en los tres últimos meses?
-Sólo intentamos poner orden en el Ayuntamiento. Como avances, le diré que ahora los trabajadores tienen que fichar, que se están haciendo grupos de trabajo y que hemos establecido unos criterios de operatividad.
-¿Qué proyectos tiene para este curso que empieza?
-Nuestra prioridad es atraer empresas y riqueza. Si queremos potenciar el concejo, debemos generar puestos de trabajo. Nuestra idea es ampliar y crear polígonos industriales. Por lo demás, tenemos muchas quejas de los vecinos de la zona rural. Muchos nos dicen que sus pueblos están abandonados y es cierto que algunos estaban mucho más cuidados que otros; había grandes diferencias. Cuando entramos en el Ayuntamiento no existía ningún tipo de previsión en los trabajos de limpieza. Ahora todos los pueblos sabrán qué día del mes se harán las limpiezas municipales.
-¿Descarta grandes obras?
-No hay dinero. Tenemos una deuda millonaria. Estamos conteniendo el pago con medidas tan simples como imprimir a doble cara o en blanco y negro. Antes aquí se hacían cosas fuera del orden. Algunas personas imprimían libros enteros para su uso particular o se descargaban películas... nada de esto sucede ahora. También estamos pendientes de las ayudas públicas.
