Cuentan que uno de los secretos del éxito de las fiestas de los Dolores de San Martín de Luiña es el poder de atracción de la Virgen. Ayer se celebraron cuatro misas en su honor y todas lograron casi llenar la iglesia de la localidad pixueta. Angelita González explica que la historia se repite cada año en San Martín. Tiene 68 años y lleva 11 participando en la organización de los festejos. "Por mucho que hagas, el gran poder es la virgen; aquí tenemos como un centro de peregrinaje".

Más allá de las actividades religiosas, en San Martín de Luiña no faltan tampoco numerosas actividades durante sus tres días de festejos. La comisión de fiestas trabaja durante todo el año para tener un programa ambicioso. "Es habitual que la gente pregunte cómo hacemos para tener 40.000 euros de presupuesto, pero no hay secreto: trabajo", detalla el presidente de la comisión festiva, José Ramón Arnaldo.

La mayor parte de lo que recaudan se lo deben a los vecinos y amantes de San Martín de Luiña. En las fiestas se estima que colaboran unas 300 personas. El colectivo también se surte de patrocinios de empresas.

Este año, el tiempo acompañó. Ayer hizo sol y temperatura de pleno verano. La gente llenó la plaza del pueblo. La salida de la Virgen en procesión fue uno de los momentos más especiales. Entonces, la mayor parte de la gente se sumó al paseo que discurre por el plaza.

San Martín lleva dos días de fiesta y hoy celebrará el último. El balance "es muy positivo", dice Gloria Martínez, otra de las mujeres que integran la comisión de fiestas. "Sólo vemos gente", añade con una sonrisa. Eso sí, piden que se deje de confundir San Martín con Soto de Luiña, un error habitual "que nos perjudica mucho", dice Ángel Martínez, el miembro más joven de la comisión de fiestas.