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La "iglesiona" del Cabo Vidio se luce

Los vecinos de Oviñana, con la ayuda de un grupo de montaña, convierten las visitas al acantilado local en el reclamo del verano

A la izquierda, inicio de la bajada. A la derecha, varios excursionistas con el faro del Cabo Vidio al fondo. OVIÑANA TURISMO

Los vecinos de Oviñana son una parte activa de la promoción turística de este enclave de Cudillero. Desde hace años están comprometidos con la limpieza de los espacios públicos (accesos a playas incluidos), y este verano han ido un poco más allá. Han organizado sin apoyo institucional seis visitas a la conocida como "iglesiona" del Cabo Vidio, una zona a la que sólo se puede acceder por un escarpado terreno, durante la bajamar, con personas que conozcan el terreno y con ciertas medidas de seguridad.

Hasta la fecha, todas las convocatorias han tenido éxito y el cupo de plazas se ha cubierto sin problemas. "Ahora vamos a parar porque llega el mal tiempo y llevar a un casi centenar de excursionistas hasta allí requiere mucho trabajo y organización", detalla el presidente de la asociación de vecinos San Roque, Víctor Suárez.

El día de la expedición, los encargados de la organización tienen que asegurarse de que la bajada no tiene obstáculos y de que las condiciones son idóneas. Todo para evitar accidentes. "Madrugamos mucho para revisar el terreno y evitar imprevistos", indica Suárez, que añade que "hasta la noche ningún guía llega a su casa". El esfuerzo merece en todo caso la pena. Desde que se organizan estas visitas Oviñana tiene más tirón turístico. "Digamos que tenemos un tesoro que no se visita si no es con ayuda", explica el presidente de la asociación vecinal.

El colectivo muestra así su interés por continuar con esta actividad que en unos años, siempre que exista algo de ayuda, podría convertirse en una de las más singulares del concejo. Para poder acceder a la zona es necesario hacerlo con personal especializado. Algunos excursionistas necesitan ayuda física para poder sortear los obstáculos y especialmente las paredes del acantilado.

La asociación San Roque y Oviñana Turismo desean que esta ruta sea accesible "al mayor número de personas", al margen de la edad y la complexión física. Para hacer las últimas seis bajada sin dificultades, los organizadores contaron con el grupo de montaña "La Chiruca". La mayor parte de las personas que participan aconsejan repetir. Si todo va bien, las rutas empezarán con la llegada del buen tiempo.

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