La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La sequía estival reduce la producción de miel y aumenta su precio en el mercado

"Hay menos cantidad, pero la calidad sigue siendo excelente", señalan los apicultores, que temen la inminente llegada del avispón asiático

Manuel Martínez, esmelgando sus colmenas. G. GARCÍA

El oro líquido, y dulce, cotizará al alza en esa campaña. La miel, un bocado suculento y con una gran implantación en la comarca, será más cara tras un verano en el que la sequía ha hecho mella en la producción y las abejas no han podido trabajar con comodidad debido a las altas temperaturas y la escasez de néctar. Así lo expresan los productores del Occidente, que remarcan, no obstante, que la calidad del producto seguirá siendo "excelente", y que previsiblemente seguirá manteniendo un gran tirón en la demanda por parte del consumidor.

Manuel Martínez mantiene unas cuarenta colmenas en la pequeña localidad de Villartorey, en Villayón. Comenzó en la apicultura con apenas quince años, cuando su tío le regaló un humilde colmenar, y poco a poco, a base de ensayo y error, ha ido consolidando una importante colonia. Explica que el año pasado "la producción fue muy abundante", y que para este 2015 se ha resentido de forma importante. "La sequía y las altas temperaturas afectaron a los animales", lamenta, mientras termina de esmelgar (extraer la miel al estilo tradicional) los colmenares.

Es el primer paso en la cosecha del dulce tesoro que se produce en las miles de colmenas que se reparten por toda la geografía de la comarca. Después, los panales se introducen en una centrifugadora, se filtra la miel y pasa a ser envasada. De esta forma, los apicultores rematan la labor que las abejas comenzaron a realizar en primavera, con las primeras floraciones.

El descenso en la producción de miel también se ha notado en el concejo vecino, Boal, con una tradición apícola muy destacada, y donde la miel se ha convertido en una importante fuente de riqueza. María Jesús González, que produce y envasa el producto en la localidad de Merou, señala que "hay poca miel". "La sequía ha hecho que en las flores no haya néctar, y sin néctar las abejas no trabajan", explica esta apicultora, que recalca que "la calidad de la que hay es muy buena, excelente".

González reconoce que esta circunstancia tendrá repercusiones en el precio para el consumidor final, por razones de lógica del mercado: "Con la misma demanda, a menos cantidad, más precio", razona, aunque considera que no será un aumento importante.

Y es que la miel de brezo, la variedad más extendida en la comarca a causa de la vegetación de los bosques, sigue siendo muy demandada en el mercado. De tonalidad oscura, se caracteriza por ser más espesa y viscosa, y por ofrecer tonos amargos dentro del sabor dulce típico de la miel.

Julio Fernández forma parte de La Boalesa, una sociedad cooperativa que controla unas novecientas colmenas, además de una planta envasadora. "Es cierto que hay bastante menos producción que en años anteriores. Creemos que se debe a la falta de lluvia, principalmente en los meses de julio y agosto", considera Fernández.

En cuanto a las amenazas del sector, todos apuntan a la temida 'vespa velutina', el avispón asiático que mata abejas y arrasa colmenares, como una de sus preocupaciones, aunque, de momento, no se han sufrido sus consecuencias. "Se han detectado algunos ejemplares en pueblos cercanos, animales sueltos, pero de momento no han atacado a las abejas", señala Julio Fernández. Aun así, consideran que deben mantenerse "atentos" ante la evolución de esta especie invasora en el futuro.

Además, Manuel Martínez apunta a la necesidad de que los productores se asocien entre sí, para crear centros de producción en los diversos concejos de la comarca. "Hay pocas iniciativas de unión de apicultores. Estando unidos, envasando nuestro producto y vendiéndolo nosotros, generaríamos más riqueza y nuevos recursos para el campo, ya que la miel es muy apreciada", sostiene.

Compartir el artículo

stats