Para ellos, el intento de golpe de Estado de Tejero el 23 de febrero de 1981 no deja de ser materia escolar, algo incluido en los libros de texto que hay que aprender para aprobar el curso. Pero ayer, los cuarenta y un alumnos de primero de bachillerato del IES de Vegadeo -nacidos en 1999- pudieron ver sus consecuencias en el techo del hemiciclo durante la visita que realizaron al Congreso de los Diputados de la mano del VII Foro Comunicación y Escuela, que dirige y coordina el profesor Luis Felipe Fernández García.

La visita coincidió con la celebración del Día de la Banderita, fecha en la que la Reina Doña Sofía preside una mesa en la puerta principal del Congreso, por lo que los vegadenses no pudieron acceder a los populares leones. La primera estación de la visita fue el Salón de los Pasos Perdidos, donde hay un busto neoclásico del riosellano Agustín de Argüelles. De ahí, pasaron al vestíbulo principal y al Escritorio del Reloj fue la siguiente parada de la comitiva vegadense. Allí fue donde les sorprendieron los tres golpes de timbre que anuncian la llegada al edificio del Presidente, Jesús Posada.

Acabaron en la Sala de Sesiones, donde los diputados discuten, aprueban y votan las leyes. Pero toda la atención fue para las marcas de los disparos realizados por Antonio Tejero en el 23-F. Aunque las obras de rehabilitación realizadas en 2013 acabaron con algunos de los impactos, todavía quedan algunos visibles.

Al acabar la visita, los jóvenes vegadenses se mostraron impresionados. Así, Andrés afirmó que "es un edificio digno de ver, sobre todos las pinturas y los grabados de las paredes. El hemiciclo parece mucho más grande en la tele". Marina, por su parte, destacó "la arquitectura y las pinturas. Es un edificio histórico". Nazaret comentó que "los disparos me han impresionado mucho. Creía que iban a ser pocos, pero llegaron a contar 30. María también se confesó "impresionada porque es un auténtico palacio".