El Gobierno central pondrá fin a los molestos baches del tramo de la Autovía del Cantábrico que discurre entre Tapia y Barres. La Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (SEITT) acaba de sacar a licitación, por 1.125.857,47 euros, la rehabilitación estructural de cuatro kilómetros de la vía, abierta al tráfico en 2008.

La rehabilitación se concentrará en el tramo comprendido entre los puntos kilométricos 495+998 y 499+573 de la calzada izquierda (dirección Galicia). Los baches los padecen los turismos que circulan en sentido Oviedo, en el tramo comprendido entre el cruce de Barres y la salida principal de Tapia.

Esta es la segunda obra de este tipo que Fomento pone en marcha en la comarca occidental, ya que el pasado mes de mayo salió a licitación la mejora de un tramo de cinco kilómetros entre las localidades valdesanas de Cadavedo y Querúas. La actuación se licitó en 2.384.033 euros, pero aún no se ha hecho pública la adjudicación de los trabajos, muy demandados por los usuarios.

La obra de Tapia tendrá un plazo de ejecución de dos meses, pero los trabajos no empezarán hasta el año que viene, ya que las empresas tienen hasta el 7 de enero para presentar sus ofertas. El criterio de adjudicación será el del precio más bajo. La SEITT explica que, dada "la moderada dificultad de ejecución de la obra", basta con atender al precio, siempre que no se incurra en "presunción de anormalidad".

En el proyecto de reforma se explica que fue a finales de 2013 cuando "de forma súbita" se detectaron "una serie de deformaciones del firme tipo blandón sobre las rodadas del carril lento de la calzada iquierda". La situación, que llevó a los responsables ministeriales a reducir la velocidad en este tramo a 100 kilómetros por hora, se "agrava progresivamente, lo que aconseja ejecutar una actuación de rehabilitación y mejora del mismo".

La inspección realizada por el Ministerio de Fomento sobre la zona afectada ha detectado dos tipos de deterioros: deformaciones con hundimiento, que se conocen como "blandones" y que tienen una longitud de entre 2 y 6 metros, y deformaciones incipientes, que todavía no se han convertido en "blandones" pero que "acumulan agua de lluvia". Para su reparación se plantea sustituir los materiales del carril con suelocemento y también la sustitución del arcén para evitar la entrada de agua en la calzada.