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Los trabajos se reanudaron con normalidad tras la evacuación

Los mineros se sorprendieron del derrabe porque en el techo no se apreciaban grietas, "no se podía prever"

El accidente que se produjo ayer en la mina de Cerredo en el que resultaron heridos tres trabajadores de una de las contratas de Uminsa, uno de ellos de carácter grave, no impidió la continuidad de los trabajos en la mina, ni siquiera en el área afectada por el desprendimiento del costero.

Una vez finalizadas las labores de rescate de los mineros heridos, los trabajos se reanudaron con normalidad en el interior de la mina. Según explica Arturo Suárez, presidente del comité de empresa, la caída de un costero "no es raro que se produzca y, en esta ocasión, un compañero tuvo la mala suerte de estar ahí y de que le pilló".

No obstante, lo habitual es que ese tipo de caídas de piedras se produzca en zonas donde el techo tiene algún tipo de grieta, "lo que se suele atajar apuntalándolo, pero en el lugar en el que estaban trabajando el techo estaba en perfecto estado y no se podía prever el derrumbe", detalla un compañero que prefiere no identificarse.

En el pueblo todo el mundo siguió el desarrollo de los acontecimientos y el alcalde de Degaña, José María Álvarez, resumió la sensación general de la situación vivida. "Fue un nuevo susto que nos hizo revivir lo ocurrido el pasado mes de julio, que tuvo un desenlace tan trágico que esperábamos que no se repitiese. Por suerte, el herido fue trasladado consciente al Hospital Central", recalcó el Alcalde.

Para la mina de Cerredo, el de ayer es el segundo accidente de importancia este año. El anterior se produjo en julio, cuando un desprendimiento de varias toneladas de rocas y tierras sepultó al minero de la empresa Astur Leonesa Roberto Calviño, conductor de un camión, y a su compañero palista, que resultó ileso.

Calviño no logró sobrevivir al accidente y falleció atrapado en su camión. Además, su cuerpo tardó dos días en ser recuperado dada la complejidad de las labores de rescate por los constantes derrumbes en la zona desprendida, donde se tuvo que utilizar un sellador conocido como gunita para poder garantizar la seguridad de las personas implicadas en el rescate.

En ese mismo mes, la empresa Uminsa vivió en su explotación de Tineo, la de Pilotuerto, un accidente similar al de ayer, aunque de menor entidad. Un trabajador de 46 años, recién llegado a la explotación, resultó herido cuando realizaba labores de posteo en una galería con otros mineros. En ese momento, un costero se desprendió del techo hiriendo al trabajador en la cabeza, en un brazo y en el pecho. Aunque en ningún momento perdió el conocimiento, el trabajador también fue trasladado al Hospital Central en un helicóptero medicalizado.

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