El "Siempre Terín" ya forma parte de la historia de Tapia. Desde el pasado 1 de octubre el barco está en la provincia de Pontevedra esperando a ser desguazado, así que los tapiegos no lo verán nunca más entrando en el puerto de la villa con motivo de las fiestas patronales de El Carmen.
En julio se corrió el rumor de que sería el último verano del "Siempre Terín" en Tapia, por eso todo el mundo quiso hacerse fotos con el mítico barco, que se construyó en 1987 para suceder al "Terín". Los dueños y patrones del "Siempre Terín", los hermanos tapiegos José y Manuel Mariñas, pidieron entonces calma. Explicaron a preguntas de LA NUEVA ESPAÑA que habían solicitado una ayuda para el desguace pero esperaban confirmación oficial desde el mes de febrero y, una vez la tuvieran, tendrían que decidir si finalmente les compensaba.
Llegó la respuesta y el 1 de octubre, con gran pesar por lo que la embarcación supone para esta familia tapiega, dejaron el barco en un astillero del Atlántico para proceder a su desguace. Así lo confirmó ayer José, el benjamín de los hermanos. "Van desguazándolo poco a poco, ya que tienen un plazo de seis meses para hacerlo", explicó, apenado por la desaparición del barco, que faenaba en Francia y en el Gran Sol, y que contaba con una tripulación de quince personas.
Los patrones decidieron acogerse a las ayudas del desguace -que financian el Fondo Europeo de Pesca y el Ministerio de Agricultura- por la dificultad de disponer de suficiente cuota para la pesca de merluza. Estaban obligados a alquilar más cuota para seguir trabajando, pero los costes se volvieron inasumibles para estos profesionales. De ahí que optaran por deshacerse del barco. Ahora cumplirán los años que les quedan hasta la jubilación trabajando de patrones para otras embarcaciones, pues ofertas no les han faltado en los últimos años.
Algunos tapiegos, a través de las redes sociales, se animaron a proponer que alguna de las partes del barco -sugerían el puente- pudiese regresar a Tapia y quedarse para siempre en algún lugar destacado de la villa como recuerdo de esta embarcación. Sin embargo, nada más se ha vuelto a saber de esta idea y los patrones del barco no tienen constancia de que se haya producido ninguna propuesta en firme para rescatar alguna parte del barco, que morirá en un astillero gallego.
Mucho han cambiado las cosas desde que el padre de José y Manuel, José Antonio Mariñas, comenzó a mandar el flamante "Terín", el barco original, que medía 23 metros de eslora. Lo mandó construir Eleuterio Fernández "Terín" en 1964, en Santander. Durante años lo capitaneó Mariñas, que finalmente adquirió la embarcación. Se fue a pique en 1986 por una vía de agua, en un naufragio que, afortunadamente, se saldó sin daños personales. Un año más tarde nació el "Siempre Terín", construido en los astilleros naviegos de Armón, con 27,30 metros de eslora, casco de acero y el mismo llamativo color rojo que lucía su predecesor.
Así las cosas, el próximo ,es julio el "Siempre Terín" no aguardará a la Virgen atracado en el puerto, ni tampoco la saludará con el penetrante aullido de su sirena como marca la tradición. Mientras pudo, el barco fue fiel a la procesión del Carmen, pero ya nunca volverá a casa, para tristeza de muchos vecinos que lo consideran un emblema del pueblo.
La paulatina desaparición de las grandes embarcaciones ligadas a la villa dice mucho de la coyuntura del sector de la pesca. Basta repasar una fotografía, también convertida en histórica, de mediados de los noventa del siglo pasado, cuando entraron a puerto para la procesión del Carmen el "Siempre Terín", el "Tobalina", el "Entreíslas", el "Ramón Estefanía", el "Pachilán" y el "Villaselán". La imagen del último Carmen muestra que sólo el "Siempre Terín" y el "Villaselán" recalaron en la villa para honrar a la patrona de los marineros.
