A principios del verano Gondán terminó en sus instalaciones del muelle sur de Castropol la construcción de esta embarcación de 15 metros de eslora y capacidad para transportar a sesenta personas a una velocidad media de 4,1 nudos. La principal característica de la embarcación, hecha en fibra de vidrio y aluminio, es que, según subrayó el astillero, es "absolutamente respetuosa con el medio ambiente".
El barco no emite ni ruido, ni gases, ya que funciona con dos motores eléctricos y se carga gracias a las placas solares que lleva acopladas y enchufándolo a la corriente una vez en tierra. El objetivo de este sistema era causar el mínimo impacto al frágil entorno ecológico del río Huso, por el que estaba previsto que el barco navegara hasta los restos de la antigua ciudad de Al-Andalus conocida como Ciudad de Vascos.
Gondán, que tuvo que presentarse dos veces al concurso público convocado por la Diputación ya que el primero -que también ganó- se suspendió por una reclamación, custodia ahora el barco a orillas de la ría del Eo. El astillero reconoce problemas de espacio y no sabe cuánto más tiempo podrá seguir dándole cobijo a esta embarcación de futuro incierto.
