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Mayores longevos y activos en Valdés

"Trabajar, en cierta medida, nos hizo fuertes", aseguran los nonagenarios locales homenajeados ayer en un acto multitudinario

Aspecto del abarrotado salón donde se reunieron los mayores de Valdés. A. M. SERRANO

Balbino López García no parece tener 90 años. Es un hombre vital, sano, "que no se le pone nada por delante", según su familia, y que tiene un huerto. En sus días de ya consolidada jubilación, en Barcia (Valdés), disfruta plantando distintas semillas y plantas. "Es su gran afición y hasta creo que su secreto para mantenerse como está", apunta su hija, María Jesús López.

Balbino cree que el secreto no es otro que haber tenido y tener una vida activa. "El trabajo es lo que me permitió llegar a esta edad como estoy, sin mirar atrás ni preocuparme por cosas que no merecen la pena", destaca. Regentó un almacén en el que se podían comprar alimentos y también se dedicó a la ganadería. Ayer participó en el encuentro de mayores que organiza el Ayuntamiento de Valdés junto a su esposa e hija y otros 598 invitados. Fue una de los homenajeados. "Estas cosas son ahora las que cuentan", dice.

Valdés tiene una población muy envejecida. La falta de oportunidades laborales ha hecho mella en el concejo, y en 2013 se conoció que el municipio fue uno de los que más población perdió desde 2001 en España. Pero este dato del Instituto Nacional de Estadística tiene también sus ventajas. Por ejemplo, Valdés es uno de los concejos asturianos que puede celebrar una encuentros de mayores enérgico y multitudinario. Ayer acudieron a la décima comida 600 personas procedentes de distintas zona de este extenso municipio del Occidente.

Ana Pérez, de Villar de Luarca aunque ahora residente en Moanes, fue una de ellas. La de más edad. Las personas que iban a recibir un homenaje por haber cumplido 100 años no pudieron acudir a la cita por motivos familiares o de salud. Ella sí lo hizo con sus allegados. Como Balbino López, asegura que el secreto de su larga vida es trabajar y tener un huerto con el que entretenerse. Ahora, un poco lejos de Villar de Luarca, donde pasó parte de su vida, dice que echa de menos "ver a más gente y poder hacer las cosas con más soltura". "En los pueblos somos cada año menos", dice sin perder la sonrisa.

Encarnación Álvarez es otra vecina de Valdés que el pasado abril cumplió 90 años. Ayer recorrió la distancia que separa La Fajera de San Juan de Piñera (Cudillero) para acudir a la décima edición del encuentro de mayores de Valdés. Tardó una hora en llegar. "Con tal de divertirse, todo va bien", indica. Dedicó su vida a coser, a la ganadería y a la familia, y después de una existencia "de mucho trabajo y sacrificio", desde hace 33 años "lo que hago es 'folgar'". A la comida asistió junto a parte de su familia. Cristina Tiesta, su nuera, detalla que Encarnación Álvarez siempre fue una mujer con vitalidad, con ganas de trabajar y muy dedicada "a lo suyo". Como otros de los compañeros que ayer acudieron al encuentro de mayores valdesano, Encarnación Valdés cree que "trabajar, en cierta medida, nos hizo fuertes". Todos los nonagenarios recibieron un recuerdo en una cita que necesitó más tiempo del habitual para que los comensales pudieran ocupar su lugar. El motivo: la cantidad de personas que este año, en un día de sol radiante, congregó la cita. El alcalde de Valdés, Simón Guardado, agradeció la asistencia y dijo a estos vecinos de más edad que con su participación social "Valdés gana". La directora general de Prestaciones y Recursos, Paula Álvarez, indicó que el Principado "trabaja y se esfuerza para que lleguen las ayudas a la dependencia".

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