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Una nueva escollera evitará los daños de las riadas en la vega de Alava (Salas)

La Confederación asume la petición de los vecinos y del Ayuntamiento para contener la acción erosiva del río Narcea

Rosa Fernández observa el "bocado" que dio el río Narcea a la orilla. A. M. SERRANO

Una obra de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) evitará que los vecinos de Alava, en el concejo de Salas, tengan que lamentar este invierno la actividad erosiva del río Narcea en tierras fértiles del pueblo. La entidad ha cedido a las peticiones de los vecinos y el Ayuntamiento, que desde febrero reclaman una actuación urgente.

El proyecto está ejecutado. Consistió en limpiar el material que se acumulaba en la confluencias de los ríos Narcea y Pigüeña, y en construir una escollera. Según el alcalde, Sergio Hidalgo (FAC), "la obra no es muy grande, pero podría evitar daños en los próximos ejercicios".

La zona que erosionó el río el pasado invierno tenía especial interés para los vecinos, por ser contener superficies cultivables y privadas. En un primer momento, CHC denegó la obra por falta de presupuesto. Meses más tarde, ejecutó la limpieza que reclamaban los vecinos. A juicio de la portavoz vecinal, Rosa Fernández, el deshielo y las lluvias más fuertes provocaron problemas constantes por la falta de limpieza de los cauces. En la confluencia de los dos ríos podían verse diversos materiales, como troncos de árboles y maleza. Este tapón impedía el paso de las aguas del Narcea por su curso habitual, generando pérdidas en tierras productivas de Alava. El talud que se originó a causa de la erosión del río llegó a medir más dos metros de alto.

La escollera tratará de evitar el paso del agua a la vega en época de abundantes lluvias y de deshielo. Los vecinos estiman que el invierno pasado los daños afectaron a dos fincas privadas, ambas muy importantes para la vida ganadera y agrícola de Alava.

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