Laura López reconoce que estar en contacto con la muerte y el dolor le hace ser "aún más consciente de valorar la vida". Es la experta en psicoterapia que atiende a las familias que lo deseen tras la pérdida de un ser querido en la red de funerarias del Occidente.

-¿En qué consiste este nuevo servicio?

-Nace de la necesidad, detectada a lo largo de estos años por el personal de Funerarias del Occidente, de atender las necesidades emocionales de las familias en duelo. La atención psicológica en duelo pretende optimizar las estrategias de afrontamiento de la persona o familia, acompañando el proceso de duelo desde el primero momento. Se trata de un servicio que viene a completar la atención prestada para que ésta sea integral.

-¿Cuáles son las reacciones que se pueden producir en este tipo de situaciones?

-Ante la muerte de un ser querido cualquier reacción puede tener lugar. A nivel emocional, bloqueo, estupor, enfado o rabia. A nivel cognoscitivo puede darse sensación de irrealidad o desorientación, y a nivel conductual el aislamiento o la búsqueda de apoyos o de información.

-¿Cómo se debe actuar en momentos así?

-En primer lugar partimos de la premisa del respeto. Es decir, entender que cada persona tiene una forma de vivir el duelo y por tanto permitir que lo exprese como tal y atender las demandas o necesidades que tenga.

-¿Qué es lo primero que le dice a una persona que ha perdido a un ser querido?

-Son momentos donde lo más importante no es lo que decimos sino lo que hacemos. En mi caso presto especial atención a la conducta no verbal, todo lo que demuestra una adecuada actitud ante el dolor del otro.

-¿Es aconsejable el aislamiento?

-El aislamiento sería aconsejable si la persona lo demanda. Es muy importante siempre ayudar al doliente a mantener cierto nivel de control sobre lo que le ocurre; por tanto, excepto en casos extremos, debe ser la persona la que decida.

-¿Como definiría usted el duelo?

-El duelo es un proceso que se inicia cuando una persona tiene que hacer frente a una pérdida. Es un proceso que te permite vivir con la pérdida, integrarla, pero no quedarte en la pérdida.

-¿Hay casos especialmente difíciles?

-Los casos más difíciles no dependen de las características del deceso, sino de los recursos biológicos, sociales, emocionales, de relación... Es decir, de la capacidad de resiliencia y del contexto de esa persona.

-¿Cómo actuar en el caso de menores?

-Los menores son un colectivo especialmente sensible ante la pérdida, porque son dependientes del adulto. Si los adultos de referencia no adoptan un buen estilo de afrontamiento ante la pérdida, no podrán ayudar al niño de forma eficiente en la elaboración del duelo. Por tanto, la forma de ayudar a los menores es ayudar a las familias a entender cómo vive el menor el duelo en función de su etapa evolutiva y cómo pueden ser facilitadores.

-¿Cuándo debemos consultar a un especialista?

-En principio, el duelo es una reacción adaptativa, aunque hay casos que requieren atención especializada, en los que una atención temprana puede evitar la patologización del duelo.