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Lo que se quedó atrás en Valdés

El Museo del Calamar Gigante, el Centro de Artes Escénicas "Gil Parrondo" y el recinto ferial de Otur, todos ellos cerrados, suman más de tres millones de inversión

Lo que se quedó atrás en Valdés

La creación de un grupo ciudadano crítico con la gestión de Valdés ha levantado la polémica sobre las inversiones millonarias que se han hecho en el concejo en los últimos años y que, por unas u otras razones, se han materializado en edificios cerrados o semiabandonados. El grupo vecinal, que ahora opera en una red social pero que tiene previsto constituirse en plataforma, asegura que sus críticas no son políticas. De hecho, en los últimos años han gobernado distintas fuerzas: ha habido un gobierno de derecha (FAC, PP y URAS) y otro de izquierdas (PSOE e IU), y ninguno de los dos ha solucionado los problemas que existen en determinados equipamentos públicos.

El recinto ferial de Otur es uno de ellos. Aún espera por su inauguración oficial. La empresa adjudicataria quebró y el Ayuntamiento se negó a recibir la obra para evitar aceptarla tal y como se encuentra. En la reforma se invirtieron 350.428 euros euros del "Plan E" de 2010. En 2012 los problemas con las obras obligaron a suspender la XI Feria de Muestras de Otur. Este encuentro no se ha recuperado.

La compra y rehabilitación del Cine Goya, que pretendía ser un centro de arte escénicas y museo del cine con el nombre "Gil Parrondo", costó 1.230.000 euros al erario público. Está cerrado. El Ayuntamiento tuvo problemas con la propiedad que linda con el edificio. Hubo juicio y la sentencia fue favorable a los particulares. El asunto se trató en la Comisión de Urbanismo del Principado, que ahora ordenó reducir su altura para ajustarlo a la legalidad. No se conocen más avances. En 2012 el director artístico luarqués Gil Parrondo, ganador de dos "Oscar", visitó Luarca para inaugurar una travesía que lleva su nombre. Entonces conoció el proyecto del Cine Goya, que hoy sigue inacabado. Además, esta infraestructura tuvo que prescindir de la placa que sobre la acera anunciaba su nuevo nombre. Al parecer, era un peligro para los viandantes por su perfil afilado.

El Museo del Calamar Gigante está cerrado desde febrero de 2014, después de que una gran marejada destruyera las plantas baja y primera. La inversión pública rondó los 1.600.000 euros (1,3 millones para rehabilitar el edificio y 300.000 euros para el contenido). El Ayuntamiento espera por una actuación del Principado y está pendiente de la inclusión de una obra de reconstrucción en los próximos Presupuestos. No hay nada definido. La colección que se pudo recuperar tras la marejada, propiedad de la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas (Cepesma), se exhibe ahora en su mayor parte en un complejo privado en La Mata (Valdés).

La plaza de abastos es otro proyecto estancado. Como ocurre con el recinto ferial de Otur, en este caso la inversión es tímida si se compara con otras millonarias: algo más de 10.000 euros. El gobierno anunció la obra a finales de 2013 y se ejecutó en 2014, pero ahora se espera por un pliego de condiciones para poder sacar a concurso los puestos. El ejecutivo desea abrir los expositores de la plaza a todo tipo de productos (no sólo alimentación) y recuperar un centro de compras para Luarca que podría ser un activo turístico.

Tres de los proyectos dependen de la iniciativa municipal. Sólo el Museo del Calamar Gigante necesitaría de una inversión regional. En el caso del Museo del Cine, queda por conocer el contenido interior y las actividades que podría albergar el complejo, así como su coste en mantenimiento. Los puestos de la plaza de abastos sí han generado interés entre los empresarios, que ahora esperan por las bases. En cuanto al recinto ferial de Otur, la idea de los vecinos es recuperar la feria si se puede usar el recinto.

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