Las cuatro parroquias de Taramundi aprovecharon la festividad de San Martín para homenajear al exalcalde taramundés Eduardo Lastra por "los años de servicio a la comunidad y por su disponibilidad" para responder a las necesidades y demandas de sus vecinos. Este reconocimiento sorpresa, en presencia del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, tuvo lugar en el curso de la comida vecinal celebrada el miércoles a mediodía y a la que asistieron casi 200 personas del municipio.
El párroco de Taramundi, José Luis Rodríguez, uno de los promotores de esta iniciativa, explica que el exregidor no quería homenajes y, por tanto, le pilló totalmente desprevenido esta muestra de cariño de todos sus vecinos. "Lo merece por su labor, su esfuerzo y su preocupación", dijo.
El cura taramundés destacó los méritos del exalcalde socialista, que gobernó el concejo durante treinta y dos años, y que, a su juicio, logró "llevar a buen puerto la nave de Taramundi y situarla en lo más alto". Y añadió: "Llevó adelante un proyecto que se llama Taramundi y que hoy se escribe con letras mayúsculas".
Por su parte, el exalcalde, emocionado por el gesto de sus vecinos, les agradeció públicamente el apoyo durante sus años al frente del gobierno local. "Fueron muchos años y siempre se hacen cosas bien y otras regular, pero todas fueron hechas con la mejor voluntad", reflexionó a preguntas de este periódico.
Las parroquias simbolizaron su agradecimiento en un doble detalle. Por un lado, le entregaron un cuadro con la Cruz de la Victoria, que recibió de manos del Arzobispo ovetense, y, por otro, una escultura que representa un apretón de manos y que recibió de su sucesor en el cargo, el alcalde César Villabrille. Los asistentes coincideron en que resultó un acto sencillo, pero "muy bonito y emotivo".
Cabe añadir que Lastra, que anunció el pasado marzo su retirada de la política después de treinta y seis años en activo, ya recibió poco antes de las elecciones municipales de mayo el homenaje de sus compañeros socialistas. El acto, celebrado también en el polideportivo de Taramundi, contó con la presencia del presidente del Principado, Javier Fernández. Aunque fueron muchos los vecinos que estuvieron presentes en aquel homenaje, quedaba pendiente un reconocimiento que partiera de los propios taramundeses y en el que pudiesen agradecer a Lastra -cariñosamente conocido como "Lalo"- sus años al frente del concejo.
Al margen del homenaje a Lastra, la comida intergeneracional por San Martín volvió a resultar un éxito y, por ello, tanto las parroquias como el Ayuntamiento acordaron convertirla en un evento fijo en el calendario del concejo. La iniciativa surgió el año pasado para celebrar los 300 años de la construcción de la iglesia de San Martín, y este año se convocó por segunda vez. La buena respuesta de los vecinos anima a "seguir haciéndola todos los años", según precisa el alcalde César Villabrille.
La comida estuvo precedida por una misa que ofició el Arzobispo. El año pasado le fue imposible acudir al acto y por eso en esta ocasión hizo lo posible para estar presente. "Tuvo la deferencia de anular otros compromisos para estar por fin en Taramundi", explicó el párroco taramundés.
