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"Serví a Grandas con gusto y cariño"

José Cachafeiro, alcalde del concejo durante veinte años, recibió el homenaje de sus vecinos, que elogiaron su "honradez, generosidad y vocación de servicio"

José Cachafeiro, a la izquierda, junto a sus compañeros María José Pérez y Manuel Losas. GUSTAVO GARCÍA

"Alguien en quien confiar", "un hombre honrado, generoso y servicial" y "un paisano con mayúsculas" son algunos de los calificativos que el pueblo de Grandas de Salime regaló a José Cachafeiro Valladares, quien ostentó la Alcaldía del concejo durante veinte años. Cachafeiro recibió en el que siempre ha sido, es y será su pueblo, un homenaje que pretendía hacer justicia a su dilatada etapa en la política municipal. Más de ciento cincuenta personas, entre vecinos, compañeros y amigos, se dieron cita para reconocer al exregidor su abnegado trabajo por el concejo.

Cachafeiro decidió que no iría en la lista de las pasadas elecciones municipales del pasado mes de mayo. Ponía así punto y final a una etapa política que inició en 1974, antes de la llegada de la democracia, cuando contaba 33 años. "Ahora tengo unos pocos más y la edad te hace ver las cosas con otra perspectiva", reflexionó este grandalés que ostentó durante veinte años la Alcaldía y ocupó otros trece un asiento en la Corporación como concejal.

"Si bien es cierto que he dedicado mi tiempo y mi esfuerzo a intentar hacer de Grandas un mejor lugar para vivir, también lo es que, como representante del pueblo, era mi obligación y lo he hecho, además, con gusto y cariño; al fin y al cabo he nacido aquí, ésta es mi casa', aseguró con humildad Cachafeiro, que militó sucesivamente en las filas de UCD, CDS, los independientes de IPG y por último del Partido Popular. "Mi familia, y especialmente Angelines, mi mujer, se merecen mi mayor agradecimiento por las ausencias, los desvelos y los malos ratos que mi paso por la política les ha causado y por haberme apoyado en estos años", señaló.

Al frente del concejo, Cachafeiro aseguró que había "intentado ser un alcalde justo, dialogante, cordial y abierto a los problemas de los ciudadanos, escuchando a todos y sin hacer distinciones sociales ni partidistas". Entre los logros más destacados de su equipo incluyó obras como la piscina, el polideportivo y la residencia geriátrica, la hazaña de mantener la Educación Secundaria en el municipio, y la operación de compra y excavación de los terrenos donde se asienta el yacimiento castreño del Chao Samartín, convertido en una de las joyas culturales de la región.

El momento más dulce, rememoró Cachafeiro, llegó en 1993, con la visita del entonces Príncipe Felipe para entregar el galardón al "Pueblo Ejemplar de Asturias". Y entre los amargos, hizo referencia a los desvíos de fondos que obró el secretario interventor. "Aprendí a la fuerza que hay que ser más desconfiado", señaló.

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