Se reaviva la polémica por el acceso a las brañas del Narcea, en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, desde el pueblo de Monasterio de Hermo. Desde hace más de una década, una cancilla veta el paso a los visitantes con letreros que informan de que se trata de una propiedad privada y de que cruzarla está prohibido.
Baltasar Álvarez, vecino de Monasterio y uno de los propietarios de parte del monte, se encarga desde hace unos años de velar para que la prohibición del acceder al lugar se cumpla. Una función que no agrada a los numerosos visitantes y turistas que se acercan al pueblo con la intención de pasear, fotografiar y disfrutar del hayedo más extenso de Asturias. "La razón por la que vigilo la cancilla es para que la gente respete la propiedad privada, porque hay personas que ven el letrero y se van, otros preguntan y hay otros que quieren tomarlo por asalto, a pesar de que es privado", explica Álvarez.
Hasta el año 2002 el monte conocido como las Fuentes del Narcea de Monasterio de Hermo era de utilidad pública; sin embargo, los propietarios recurrieron a la justicia y lograron demostrar que el monte tenía unos dueños "que habían adquirido las tierras al Monasterio de Corias antes de la desamortización de Mendizábal", comenta.
Una vez demostrada la propiedad privada del monte, sus dueños decidieron colocar una cancilla para impedir el paso a cualquier persona ajena. Baltasar Álvarez argumenta que se trata de una medida de presión ante un conflicto que denomina "político-social" entre las autoridades y los propietarios. "Es nuestra manera de hacer presión contra una figura de parque natural que nos impusieron y que solo ha traído prohibiciones", subraya Álvarez, quien añade que sienten cómo el pueblo, a pesar de ser considerado como un atractivo del concejo, está olvidado por las administraciones: "los caminos están destrozados, en muchos sitios el hormigón está desapareciendo, y el Camino Real (que discurre unos metros por encima de la entrada privada) tiene el acceso destruido y queremos que lo restauren".
Baltasar Álvarez asevera que su acción disuasoria es apoyada por el resto de propietarios del monte. No obstante, en el pueblo no todos están de acuerdo con que se eche a los turistas de la zona. Su alcaldesa, Esmeralda Velho, asegura que es "una situación desagradable y vergonzosa para el pueblo, que está dando una mala imagen". Apunta que a los vecinos no les gusta que "se insulte a la gente o se agreda en nombre del pueblo porque nadie le mandó ponerse ahí, que lo defienda en su nombre". Velho entiende que los turistas que acuden a la zona "valoran y admiran el paisaje y no lo destrozan, tan sólo van a hacer fotos y pasear".
Otra vecina, Cándida Collar, que asegura tener parte en el monte, se muestra de acuerdo con que se deje pasar a la gente y se avergüenza de que los visitantes se tengan que ir sin poder disfrutar "de lo guapo que es esto". Recuerda que hace unos días "llegó un autobús con unas 50 personas y no las dejó pasar y se fueron muy decepcionadas".
El Ayuntamiento de Cangas del Narcea intenta buscar una solución. La intención es llegar a un acuerdo con los propietarios para que se realice una cesión del paso al Ayuntamiento y que así pueda ser público. Tras una primera cita con la alcaldesa de Monasterio de Hermo, el gobierno espera poder encontrarse en próximas fechas con los implicados para poder tomar una decisión.
Precisamente, Baltasar Álvarez se muestra abierto al diálogo y a encontrar una solución que beneficie a todos, aunque recuerda que esta zona de las Fuentes del Narcea es de uso restringido, por lo que "los turistas tampoco pueden andar por aquí libremente, sólo está permitido a propietarios y ganaderos", advierte.
