Los 186 niños matriculados en gallego-asturiano en los colegios Príncipe de Asturias de Tapia y Jesús Álvarez Valdés de La Caridad llevan mes y medio sin profesor especialista en esta materia. La Consejería de Educación anunció ayer, a preguntas de este periódico, que abrirá esta semana la bolsa de docentes que imparten la especialidad con el objetivo de que el puesto se pueda cubrir "cuanto antes".
Es posible que la adjudicación aún se retrase unas semanas, ya que primero hay que abrir la bolsa y dar un plazo a los docentes para que presenten la documentación. Después, la bolsa se cierra y se procede a la baremación de los candidatos para, a continuación, adjudicar el puesto al de mayor puntuación.
La plaza de gallego-asturiano que comparten estos dos centros del Noroccidente sufre problemas desde principios de curso. Así, por error, no fue convocada durante el período estival, lo que provocó que el puesto no se adjudicase hasta el 21 de septiembre. A esto hay que añadir que la persona desplazada a la zona se tuvo que dar de baja por problemas médicos, lo que dejó la plaza libre de nuevo el 7 de octubre. La Consejería de Educación hizo la pertinente convocatoria para cubrir el puesto, pero el problema es que la actual bolsa de docentes está agotada, ya que todas las personas que la forman están trabajando. El único modo de resolver la situación es abrir la bolsa para que entren nuevos candidatos que puedan optar al puesto, como finalmente hará la administración.
El retraso en la apertura de la bolsa, situación que ya se produjo en el curso 2013-2014, ha generado cierto malestar. Primero entre los propios docentes, que están en desacuerdo con la actuación de la Consejería. "Ya no es sólo que no se cubra esta plaza, sino que, al no abrir la bolsa, no existe personal disponible para cubrir cualquier otra baja que se pueda producir entre los docentes de la asignatura", explica un profesional.
A los centros afectados está situación también les está provocado problemas. En Tapia, por ejemplo, la dirección ha ido cubriendo con sustituciones la hora y media a la semana de clase (dos sesiones de 45 minutos): "Es complicado, y más por tratarse de una lengua, con lo que no todo el mundo tiene la capacidad para impartirla". En Tapia, uno de los centros con la matrícula de gallego-asturiano más alta, más de la mitad del alumnado cursa la materia. En concreto 131 alumnos (37 de Infantil y 94 de Primaria) de los 210 del colegio se han matriculado este curso en la materia.
En el centro franquino hay menos matriculados (55 de los 195 que estudian en el colegio), pero también deben cuadrar horarios para resolver la situación. En muchos casos lo que hacen es que toda la clase acuda a la asignatura de Cultura asturiana, alternativa a la fala.
