El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Cangas del Narcea ha decidido sobreseer y archivar las diligencias abiertas contra el exconcejal José Ramón Puerto, su esposa, María de los Ángeles Sánchez, y su empresa de arquitectura a raíz de la denuncia realizada por el que fuera arquitecto municipal de Cangas del Narcea, Juan Antonio Domínguez Piris. Un archivo que ha sido confirmado recientemente por la Audiencia Provincial de Oviedo. Contra esta resolución no cabe interponer recurso.

Domínguez Piris acusó al exconcejal de Urbanismo de un delito de "negociaciones prohibidas a funcionarios, abuso en el ejercicio de la función pública, tráfico de influencias y uso de información privilegiada". Además, en su denuncia aseguraba que Puerto se había lucrado, beneficiando a su empresa, y que había ejercido como arquitecto "siendo totalmente incompatible por su posición como concejal".

Aunque José Ramón Puerto estaba llamado a declarar en el juzgado cangués en noviembre del año pasado, su comparecencia se suspendió y no tuvo que prestar declaración con posterioridad, al acordar el magistrado el sobreseimiento de las diligencias abiertas por entender "que no se aportaron ni indicios ni prueba alguna de la comisión de ningún delito", explica Puerto. Además, el exedil asegura que el juez estimó que las denuncias realizadas por Domínguez Piris eran de una "generalidad intolerable", añade el exconcejal.

Con esta decisión judicial, José Ramón Puerto confiesa que "finaliza el calvario con el que Domínguez Piris pretendía hacernos daño a mí, a mi esposa y a nuestra empresa profesional". El exconcejal considera que las "falsas acusaciones" del exarquitecto municipal fueron su respuesta a la apertura de un expediente disciplinario que Puerto, como concejal de Urbanismo, abrió en 2013 contra Juan Antonio Domínguez Piris y que concluyeron con una sanción de suspensión firme de funciones por un período de dieciocho meses, "al entender cometida una falta grave por haber intervenido en varios expedientes administrativos cuando tenía la obligación legal de abstenerse", apunta Puerto.

Para Puerto, las resoluciones judiciales de este caso reflejan el refrán que dice que la Justicia pone a cada uno en su sitio, "puesto que ha confirmado en dos ocasiones la sanción disciplinaria impuesta a Domínguez Piris y ha rechazado, también en dos ocasiones, sus falaces acusaciones contra mí", concluye.