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Paniceiros, entre vacas y libros

La localidad tinetense presume de ser la cuna del escritor Xuan Bello y de aparecer en sus obras

Aurora Álvarez en su casa. D. ÁLVAREZ

Cogiendo uno de los desvíos del alto de Forcayao de Tineo, a pocos kilómetros, se encuentra el pueblo de Paniceiros, al final de la carretera, situado en un enclave que sorprende al visitante por la vista abierta que ofrece. Desde Paniceiros se pueden ver los pueblos de Fastias, Villatresmil, Bustoburniego o Folguerúa, entre otros.

Sin embargo, si de algo presumen los vecinos de Paniceiros es de que "este es el pueblo del escritor Xuan Bello", apunta rápidamente la vecina Aurora Álvarez. Sentimiento correspondido por el escritor, que no duda en mencionar su pueblo natal e incluirlo entre sus poesías y novelas, como por ejemplo "Historia universal de Paniceiros".

"Xuan Bello siempre tira mucho por el pueblo e incluso en uno de sus libros nos nombra a todos los de aquí", relata orgullosa Álvarez.

Paniceiros, como la mayoría de los pueblos de Tineo, es de tradición ganadera. Es fácil tropezarse por los caminos con algún grupo de vacas pintas que se dirigen al pasto, ya que son unas 300 cabezas de ganado las que suman las cinco ganaderías de la localidad. "Aquí tenemos ganaderías familiares y con poco futuro porque la gente joven opta por marcharse, lo que no es extraño porque estás trabajando y ves que no sacas nada, por lo que te desmoralizas", comenta el ganadero Juan Fernández. Por contra, su vecino Manuel Rodríguez asegura que si la gente quisiera podría vivir bien en el pueblo. "Paniceiros tiene mucho terreno y es prácticamente todo llano, antes se veía todo sembrado y la gente vivía de ello", comenta.

Para mejorar la calidad de vida de la treintena de vecinos que habitan en la localidad tinetense, creen que sería importante que se realizase una nueva traída de agua, puesto que la existente es insuficiente para abastecer todas las casas, sobre todo en época estival, dado el consumo que requieren las ganaderías. Algunos ganaderos también echan en falta una concentración parcelaria que facilite sus labores diarias y especialmente el tránsito por los caminos que llevan a las fincas.

Una de las joyas de Paniceiros es su capilla dedica a Santo Antón y Santa Marina, que los vecinos conservan con mimo y a la que suelen dedicarle un día de fiesta en verano.

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