Los municipios de Vegadeo y Trabada trabajarán de manera coordinada para buscar soluciones que mitiguen el impacto de las crecidas del río Eo en la localidad asturiana de Abres y en la lucense de Ría de Abres. Así lo acordaron ayer los regidores socialistas César Álvarez y Mayra García en una visita cursada a la zona para evaluar las consecuencias del último temporal.

Entre sus planes está retomar el viejo proyecto para ampliar y reforzar el puente Fornacho, que comunica Asturias y Galicia sobre el Eo. El puente, que data de 1928, acumula diversas deficiencias. En primer lugar es demasiado estrecho para la cantidad de tráfico que soporta, ya que no sólo comunica Ría de Abres con Abres, sino que es una salida directa y rápida a la carretera N-640. En segundo lugar, sus pequeñas dimensiones le impiden dar salida a todo el caudal de agua que recibe en momentos de fuertes crecidas como la de la semana pasada, cuando el Eo rozó el nivel de alerta en algunos puntos como San Tirso de Abres.

La última riada puso de manifiesto la necesidad de actuar en la zona. El importante caudal de agua del Eo anegó varias viviendas ribereñas, especialmente del lado gallego, que es el que más sufre las crecidas del río, pero también afectó a la zona asturiana. Los vecinos creen que una actuación en el puente reduciría el impacto del agua. "Están preocupados porque cada dos por tres se les inundan las casas y hay que darles una solución", precisa el Alcalde de Vegadeo.

Ambos regidores también constataron la necesidad "de sanear" el entorno del río y en este sentido se muestran partidarios de talar varios árboles ubicados junto al Fornacho. Ayer acordaron contactar con los responsables de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) y del Ministerio de Fomento para abordar posibles soluciones.