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Cepesma, en la crisis de los veinte

La coordinadora, fundada en 1996 y volcada en la recuperación y divulgación del mundo animal gracias a su red de voluntarios, ve escasear sus recursos

La ya famosa Coordinadora para el Estudio de las Especias Marinas (Cepesma) nació en Luarca en 1996. Que en su logo aparezcan dos delfines no es una causalidad. Aquel año se avistaron varios en la playa de Los Molinos de Valdés. Dos de ellos persistieron en su acercamiento al ser humano hasta finales de 1997 y fueron bautizados como "Enol" y "Ercina". A raíz de aquello, Luis Laria y un grupo de vecinos del concejo empezaron a tomar conciencia de los mares y de su problemática. Nació entonces una entidad sin ánimo de lucro preocupada por la educación medioambiental, la contaminación marina y la repercusión de la actividad humana en este hábitat.

Hoy en día, la Cepesma tiene a sus espaldas muchas acciones y todas ellas de altura. Ha logrado colaborar con el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con museos de Estados Unidos y Francia y en España es un referencia en la protección animal, tanto de especies marinas como terrestres. Se ocupa de la red de varamientos del Principado desde 1999, fue socio fundador de la Sociedad Española de Cetáceos y asesora a la Fundación Biodiversidad.

Tras décadas de trabajo, y con unos sesenta voluntarios repartidos por distintos concejos, empiezan los problemas por falta de apoyos y financiación. También las fricciones con el Principado, a cuenta de las focas recogidas en Llanes y enviadas al Acuario de Gijón, una acción que no sentó nada bien a los promotores de la coordinadora valdesana. A continuación se recogen las acciones que ha desarrollado la Cepesma desde 1996.

Recuperación de animales en peligro. La coordinadora firmó un convenio con el Principado en 2002 para recoger y recuperar animales salvajes o en peligro. La Cepesma se ha hecho cargo, como ejemplo, de cerdos vietnamitas, tarántulas, serpientes de diversa procedencia y un sinfín de animales en apuros, entre ellos gaviotas heridas. También de delfines mulares, focas grises, corzos y aves.

Sin embargo, los 4.000 euros de subvención anual del Principado no son garantía de financiación de este proyecto altruista. Tiene centenares de voluntarios repartidos por toda la región y una infraestructura difícil de conseguir para recoger y atender animales salvajes por toda la región. En el pueblo de La Mata, en Valdés, se encuentra el centro de recuperación animal, donde el colectivo es más que conocida por recuperar focas grises varadas y heridas en la costa asturiana y Cantábrica. En 18 años ha cuidado y mejorado la salud de 17. Todos ellas han sido devueltas al mar.

Estudio de los calamares gigantes. Otra de sus actividades ha sido la conservación y estudios de calamares gigantes. El fundador se ocupó de un ejemplar capturado accidentalmente cuando nadie tenía interés por estos grandes cefalópodos que hoy en día generan expectación en medio mundo. Llegó a tener una docena. En la actualidad, la entidad colabora con el CSIC en las necropsias de estos ejemplares para obtener datos que ayuden a entender mejor su vida y sus problemas. La Cepesma ha estado presente en múltiples jornadas y encuentros científicos y divulgativos sobre la especie.

Divulgación y concienciación. La concienciación ha sido otra de sus grandes labores desde los comienzos de la coordinadora. Empezó exponiendo los calamares gigantes conservados en su poder en el colegio Padre Galo de Luarca en 1998. Poco después llegó el Aula del Calamar Gigante de Villar. Más tarde, la exposición se exhibió en una antigua nave de la estación de ferrocarriles de Luarca a la espera de una sede definitiva. El momento clave y buscado por la Cepesma y sus seguidores llegó en 2010, cuando se inauguró -gracias a la financiación del Principado y del entonces operativo Plan de Dinamización Turística de la Comarca Vaqueira- el Museo del Calamar Gigante.

En él se expusieron parte de los ejemplares conservados por la Cepesma. La muestra también pretendía mostrar los fondos abisales y llamaba la atención sobre los problemas de los mares, uno de los principales cometidos de la Cepesma. En febrero de 2014, las grandes marejadas destrozaron la planta baja y primera del museo. Desde entones, se habló y propuso una rehabilitación de la que hoy por hoy nada se sabe. El museo permanece cerrado. Fue el primer gran problema de la entidad, que se ocupaba de su gestión.

Actividad actual. El centro de recuperación de las especies continúa funcionando en La Mata. El fundador de la coordinadora mantiene allí la sede de Cepesma, lugar de reunión de voluntarios. Los animales están repartidos en distintas estancias y vigilados durante las 24 horas del día. La coordinadora empezó recogiendo animales marinos. Poco después, según Luis Laria, el Principado pidió que se ocupara de especies también terrestres y exóticos, aunque no ha trabajado con urogallos, osos pardos, perros o gatos. En la actualidad, en el centro se encuentra la foca bautizada como "Bertín". Apareció en Carranques (Perlora, concejo de Carreño) con una herida en el ojo izquierdo y con infección. El animal evoluciona bien y su suelta en el mar podría tener lugar en semanas.

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