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Luarca contará con siete zonas vigiladas con cámaras para evitar la delincuencia

El dispositivo, que en el Occidente sólo existía en la villa de Navia, se instalará casi cuatro años después del inicio de los trámites

Plaza de Carmen y Severo Ochoa, en Luarca. A. M. SERRANO

Luarca tendrá pronto cámaras de videovigilancia en las principales calles de la villa. El gobierno planea instalar estos aparatos la próxima semana, una vez recibida, el pasado día 13, la autorización de la Delegación del Gobierno en Asturias. Se vigilarán siete zonas gracias a cuatro cámaras móviles y tres fijas. En el primer grupo se encuentran la plaza de los Pachorros, la plaza Carmen y Severo Ochoa, el paseo Rivero y la calle Álvaro de Albornoz. En el segundo, la avenida de Galicia, la calle Ramón Asenjo y la plaza de Alfonso X El Sabio.

El Ayuntamiento inició los trámites para instalar la videovigilancia en mayo de 2012. El retraso en la materialización de esta iniciativa se debe a trámites burocráticos y permisos que no dependen directamente de la administración local, según indicó ayer el concejal de Obras, Ricardo García Parrondo.

El gobierno pretende, en primer lugar, facilitar el trabajo a los cuerpos de seguridad que trabajan en la villa. Es decir, a la Policía Nacional y a la Policía Local. Las imágenes se almacenarán en un servidor y, si no se registran hechos delictivos susceptibles de investigar, se borrarán pasados 29 días. El deseo del concejal de Obras es que, al margen de este sistema de almacenaje en un servidor, los agentes de la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía tengan acceso a la emisión de las imágenes en directo.

Una villa más moderna

Otro objetivo tiene que ver con la modernización de la villa. En la actualidad, la mayor parte de los cascos urbanos y centros de ciudades disponen de esta medida, que tiene estar debidamente señalizada al público. En el Occidente, sólamente Navia cuenta con una infraestructura similar desde 2011. Las imágenes han sido determinantes para esclarecer algún robo en Los Jardinillos, una de las calles comerciales de Navia. En Cangas del Narcea se intentó tramitar la solicitud, pero no llegó a buen puerto.

La capital de Valdés no tiene un índice de delincuencia alto, como ocurre en casi toda la comarca, si bien en algunas ocasiones se producen robos en locales comerciales y hosteleros. Los delincuentes normalmente aspiran a llevarse como botín la recaudación de las máquinas tragaperras. El último tuvo lugar la pasada semana en un bar del céntrico paseo del Muelle.

Las cámaras tendrán especial utilidad durante las fiestas de agosto, cuando se suelen producir destrozos en el mobiliario urbano y se registran peleas y agresiones.

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