La centenaria Sociedad de Amigos del Casino de Puerto de Vega puede estar viviendo su final si los socios no toman la iniciativa y se forma una nueva directiva. Así lo anuncia Constantino Méndez Lanza, "Tino", el vicepresidente, que hace de presidente en funciones tras la renuncia de la mayor parte de la dirección de la sociedad. Tino hace un llamamiento a sus convecinos para que el próximo 19 de febrero, en asamblea extraordinaria, se presenten voluntarios a dirigir la entidad, propietaria del teatro-casino de la localidad. "Sería una pena que esto se perdiera por desinterés", apunta el vicepresidente.
De la junta directiva elegida hace dos años tan sólo continúan al frente dos personas, insuficientes para gestionar una sociedad que agrupa a unos trescientos miembros. "La gente se fue cansando y marchando, y necesitamos un relevo. Con otras tres personas, cinco en total, se podría llevar bien el Casino", cree Méndez.
El peor escenario posible es el cese de actividad de la asociación, que, advierte el vicepresidente, llevaría "al cierre del edificio y a la pérdida de socios, con lo que se quedaría sin fondos para mantenimiento, y podría pasar a manos del Ayuntamiento, como sucedió en Navia". El teatro-casino dejaría así de pertenecer a la sociedad, de la que forma parte desde 1931, cuando se levantó.
La misma sociedad es más antigua, puesto que data de 1906, cuando un grupo de 28 vecinos la fundó como medio para lograr un local de recreo, limitado, eso sí, a las élites. En los setenta se democratizó el acceso y en 2013 se permitió por primera vez a las mujeres ser socias. Antes sólo podían entrar con el carnet de sus maridos o padres.
Méndez invita a los socios a "tomar responsabilidades", estando él mismo dispuesto a continuar trabajando por el Casino. "Sería un buena idea celebrar fiestas los fines de semana, para mover el ambiente", propone como idea.
