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Piedralonga, en crecida constante

La localidad, a dos kilómetros de la capital, sigue en expansión y reclama una conexión peatonal con la capital del concejo

Laura Rodríguez, Ana García, Alicia Bueno y Carlos Rodríguez, en Piedralonga. D. ÁLVAREZ

Con unas vistas abiertas y espectaculares, y situado a tan solo dos kilómetros de la villa tinetense, el pueblo de Piedralonga ha conseguido convencer a lo largo de los años a un gran número de personas para asentarse en su terreno y aumentar considerablemente el número de habitantes y de casas. "Piedralonga estaba formado por cuatro casas y luego fue creciendo hacia el barrio de las Delicias y el Cerro", explican los vecinos.

Actualmente, su expansión continúa con una nueva calle en la que hay casas de reciente construcción y algunas en proyecto, lo que augura el futuro del pueblo. "Aquí se vive bien, estamos cerca de la villa y la relación vecinal es muy buena, si necesitas cualquier cosa puedes contar con los vecinos", comenta Juan Carlos Fernández.

Alicia Bueno y su familia fueron de los que decidieron instalarse en Piedralonga hace muchos años. Vivía en Besapié y la falta de futuro en su pueblo con sus seis hijos le hizo buscar alternativas. Después de pasar un tiempo en Fuejo decidieron mudarse a Piedralonga, a la zona del Cerro, que en ese momento estaba construyéndose de nuevo.

Aunque en Piedralonga hay un taller y una carpintería, la principal actividad siempre fue la ganadera. Antes, todas las casas contaban con una pequeña ganadería, ahora son tres las que mantienen vivo el sector en la localidad. "Somos los únicos que quedamos con una ganadería de producción de leche, aunque con nuestras 98 cabezas de ganado ya sumamos más de las que había antes en el pueblo", explica Juan Carlos Fernández. Además, dos ganaderos se dedican a la producción de carne.

Todos ellos se benefician directamente de la concentración parcelaria que está en marcha en la parroquia. El principal avance será contar con unos caminos nuevos de acceso a las fincas que además se han conformado como una red que comunica a todos los pueblos de la zona sin necesidad de salir a la carretera. No obstante, los ganaderos también destacan el beneficio que supone "sustituir las fincas pequeñas por una o dos grandes y tenerlo todo junto", subraya Ana Valdés.

En su momento, el pueblo también contó con un bar a pie de carretera, cerrado desde hace varios años, dejando solo a su vecino Piedrafita con dos locales abiertos hoy en día. Así, el punto de encuentro de los vecinos lo marcan las fiestas de San Pelayo que organiza el pueblo junto a sus vecinos de Piedrafita y Norón a finales de mayo.

La principal queja en Piedralonga es que, a pesar de estar a un paso de Tineo, todavía tienen que utilizar internet vía satélite para poder contar con conexión, con el coste que ello supone y menor velocidad. Asimismo, lamentan que pocos respeten el límite de velocidad que marca la carretera a su paso por el pueblo. "La gente no es consciente de que la carretera es atravesada constantemente por ganado o por gente paseando", insisten. En este sentido, les gustaría que se adecuase una senda peatonal que comunique con la villa. Aseguran que cada vez es más gente la que se anima a ir desde Tineo dando un paseo a la zona. Recuerdan que desde tiempos inmemorables existe un camino que se utilizó para comunicar ambos núcleos que hoy en día está bastante dejado y cuyo arreglo sería de poca inversión y de mucha utilidad para los pueblos de la zona.

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