La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las etiquetas dicen mucho del alimento

La técnica Conchi Rodríguez considera "fundamental" fijarse en la información de los envases, sobre todo si se sufren alergias

Conchi Rodríguez, durante su charla en Coaña. G. GARCÍA

¿Sabemos lo que comemos? Las etiquetas de los alimentos que se adquieren en los supermercados deben incluir, por normativa, todos los ingredientes, en orden decreciente de importancia. También es obligatorio incluir en el envase otros datos, como la información nutricional, el fabricante y el modo de conservación. Otra cuestión es que los consumidores dediquen tiempo a su lectura. "Por norma general sólo leemos la fecha de caducidad. Pero para las personas con problemas de alergias es fundamental para su salud conocer los ingredientes que lleva cada producto. Deben fijarse mucho", señala Conchi Rodríguez.

Ella es técnica del Centro de Formación al Consumidor de Vegadeo y esta semana ofreció un taller teórico-práctico en Coaña para presentar ciertas pautas sobre los alimentos y su etiquetado. "Por normativa, son muchos los datos que incluyen, pero hay que saber interpretarlos", señala Rodríguez, que se detuvo en aspectos como los aditivos, las alternativas naturales y la caducidad.

Con respecto a los aditivos, Rodríguez señala que los hay de muchos tipos: conservantes, acidulantes, gasificantes, colorantes, aromatizantes y antioxidantes. "Podemos estar tranquilos si llevan una 'E' antes del número. Eso es que han pasado los controles europeos y que, en la proporción en que se toman, no deberían generar perjuicio alguno", afirma.

De hecho, Conchi Rodríguez considera que, de no ser por estos aditivos, "muchos productos no se podrían llegar a vender en nuestro país porque proceden de otros lugares; de esta forma aguantan más tiempo". Por ello cree que son "necesarios", aunque también aconseja consumir productos artesanales, que no contienen este tipo de aditivos porque no son necesarios, ya que se trata de productos locales.

Como alternativa natural a los aditivos industriales, la técnica del centro veigueño propone preparaciones caseras y más saludables. Las gominolas procesadas de forma industrial con gelificantes y aromas se pueden sustituir por pequeños dulces caseros, en los que se utiliza gelatina animal o vegetal, y zumo natural de naranja. "Además de estar muy ricas, aportan las vitaminas del zumo", señala. Un buen antioxidante, para utilizar en macedonias o en conservas, puede ser el jugo de limón. Hace que los alimentos se preserven más tiempo, y de forma natural, añadiendo un chorrito en cada frasco.

Otro de los apartados en los que centró la atención en su charla fue la fecha de caducidad y de consumo preferente, y en las diferencias entre ambas. "En el primer caso, se trata del día a partir del cual no se puede tomar el alimento porque puede producir daños. Tras la fecha de consumo preferente, el alimento se puede tomar, aunque perderá algunas propiedades; pero sólo unos días, no es recomendable esperar mucho tiempo", advierte Rodríguez.

Compartir el artículo

stats