Veintiún días después, del huevo han salido los pollitos. Escolares de toda la comarca disfrutan estos días viendo nacer a los pequeños ejemplares de pita pinta asturiana. En Boal, donde han sido muy cuidadosos, tienen una gran cantidad de ellos.
"Es muy interesante que los niños conozcan la pita pinta, que es la autóctona. Y que descubran todo el proceso que hay detrás antes de que lleguen a las tiendas", explica Emilio Martínez, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Pita Pinta Asturiana, impulsora de este proyecto de incubadoras junto con la Caja Rural de Asturias.
Durante las próximas semanas los escolares aprenderán a cuidar de los pequeños animales, manteniéndolos con comida y agua y en un entorno adecuado. Después, serán sorteados entre todos aquellos que puedan ofrecerles un lugar adecuado para vivir.
