Los ganaderos del núcleo castropolense de Tol han mostrado su malestar por la actuación de la Guardia Civil, que el lunes por la tarde realizó un control a las cisternas que se encontró trabajando en las fincas de la zona. En total se interpusieron cuatro multas y una de las cisternas quedó inmovilizada junto al campo de la fiesta de esta localidad, una de las más ganaderas del municipio de Castropol.
"Vemos lógico que haya autoridades y que se exija tener la documentación, pero hay que ser más flexibles y deberían escucharnos y colaborar más con nosotros. Tal y como estamos, es casi imposible estar al día por completo. Es triste, pero es así", explicó uno de los vecinos. Los ganaderos están "molestos por la persecución" y reclaman "más flexibilidad", especialmente con la maquinaria antigua.
Según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA, uno de los ganaderos, que trabajaba echando purín a una finca, recibió la visita de los agentes, que le pusieron una multa de 500 euros por no tener la documentación requerida en regla. Asegura que al pago de la multa hay que añadir los gastos que le supondrá verse privado de la maquinaria durante el tiempo que le lleve la puesta a punto de la documentación. No en vano, tendrá que alquilar el servicio o bien la maquinaria para poder seguir trabajando. "Fácilmente puede suponer un gasto de entre 2.000 y 3.000 euros", explica.
Izquierda Unida de Castropol ha salido al paso de esta situación y se pregunta "a qué se debe esta persecución al medio rural". El portavoz y único concejal de la formación, Juan José Menéndez, considera que la sanción interpuesta a estos ganaderos es "desproporcionada" y tilda de "persecución" los hechos del pasado lunes. Está de acuerdo con que la maquinaria debe de estar en regla, pero considera que hay "otras cosas igual de importantes que vigilar". Y zanja: "Este tipo de actuaciones terminarán por dejar al medio rural sin gente".
No es la primera actuación de este tipo que agentes de la Benemérita llevan a cabo en el concejo de Castropol, ya que recientemente también se han visto afectados ganaderos de otros núcleos vecinos como Seares y San Juan de Moldes.
