La nieve volvió ayer a cubrir con un manto blanco el Suroccidente en cotas por encima de los 500 metros de altitud. Aunque las previsiones meteorológicas lo anunciaban, fue a muchos a los que sorprendió el manto blanco al asomarse a la ventana en la mañana de ayer. "Estuvo toda la tarde y la noche del miércoles lloviendo, no nos imaginábamos que fuese a amanecer Tineo cubierto de nieve", reconocen algunos vecinos de la villa tinetense, que ayer despertaron bajo varios centímetros de nieve que dificultaron el tránsito a primeras horas de la mañana.

Aunque ninguno de los centros educativos de la villa cerró sus puertas por la nieve, se notó una importante ausencia de alumnos, con las aulas con menos de la mitad de estudiantes que en el día a día. "Cuando nieva es habitual que falten niños, sobre todo si a primeras horas de la mañana los accesos aún no está limpios", explica Ramón Fernández, director del colegio público Verdeamor de Tineo. Fernández se queja de que las máquinas quitanieves comienzan a realizar el trabajo de limpieza tarde con respecto a los horarios de los trabajadores y escolares, y considera que durante las primeras horas de la mañana se debería agilizar el funcionamiento de las máquinas para facilitar los desplazamientos. "Algunos profesores llegaron tarde y con sustos por salidas de la vía de sus coches a causa de la nieve", relata.

Además, el jueves en Tineo es día de mercado semanal, al que ayer tan solo acudieron tres puestos, que a pesar de la nevada que se encontraron no dudaron en instalarse en la plaza de la villa. "Vine porque tenía que cumplir con un pedido, dos sacos de patatas que tenía vendidos, vi que la gente se animó a comprar y coloqué el puesto", explica Fernando Vena, frutero que viene de Gijón y que el único inconveniente que se encontró con la nieve es que no le dejó instalarse en su lugar habitual.

Del pueblo valdesano de Ore llegaron Agustín Pardo y Marián del Riego con su puesto de ropa, después de estar parados en la carretera unos 20 minutos a causa de la nieve. "Había muchos coches atascados por la nieve, no avanzaban y tuvimos que empujarlos", explica Pardo.

El ambiente de mercado fue escaso en la villa y los vendedores lamentaron las pocas ventas, una situación que se repitió en Pola de Allande, donde ayer se celebró la feria de mes y tanto los vendedores ambulantes como los ganaderos que acudieron al recinto ferial mucha nieve y poco público.