El bloque quirúrgico del Hospital de Jarrio realizó, a lo largo de 2015, un total de 3.288 intervenciones. Todo un logro para un centro comarcal que dispone solamente de tres quirófanos para cirugía programada, uno de ellos trabajando también tres tardes a la semana. Son numerosos los pacientes que acuden desde otras áreas para ser intervenido en Jarrio, con un alto grado de satisfacción. "Ningún paciente tiene que esperar más de seis meses para ser intervenido", señala, Sergio Rodríguez, jefe del servicio de Anestesia. El recuento de intervenciones del año indica que 3002 de ellas fueron de cirugía programada, y 284 de urgencia. Un número importante, 1.156, se desarrollaron sin necesidad de ingreso. Todo ello gracias al trabajo de facultativos quirúrgicos, enfermeros, auxiliares, celadores y limpiadoras, además de los anestesistas.
"El aprovechamiento de nuestro bloque quirúrgico superó el 77 por ciento. Supone un uso eficiente de nuestras instalaciones y sobre todo el trabajo en equipo y esfuerzo de todo el personal del área quirúrgica", explica Felipe Bernardo, uno de los facultativos del servicio de Anestesia. Este grupo está formado por siete anestesiólogos, formados vía MIR, "con una alta cualificación científica, técnica y humana", asegura Rodríguez.
El tamaño y funcionamiento del centro lo hacen ideal para colaborar con otras áreas sanitarias como Oviedo, Avilés o Gijón. Una treintena de pacientes de estas zonas acudieron a operarse a Jarrio en 2015, sobre todo en las especialidades de cirugía general y Traumatología. "Aquí la demora es menor en actuaciones como la artroscopia de hombro, de rodilla, hernias o prótesis", recalca Felipe Bernardo, que subraya que el 87 por ciento de estos pacientes aseguró que el trato recibido fue "muy bueno".
